Hay quien la ha visto paseando por el Bailío o por La Corredera. O ha creído que era ella: la enigmática y polifacética portuguesa residente en Paris María de Medeiros (Lisboa, 1965). A la artista le hablaron de Fernando Vacas y de su casa-estudio en el Juramento, y esta actriz, pintora, cantante y realizadora tardó muy poco en plantarse en Córdoba para conocer al músico y productor. La recomendación había venido de boca de Raimundo Amador, cuya guitarra acabó rasgando flamenco en el último disco de Medeiros, ‘Pájaros eternos’, recién editado y grabado en una Córdoba ante la que María cayó rendida. Un factor de inspiración para su tercer trabajo, en el que debuta como compositora. Cada canción del álbum, además, va asociada a una ilustración realizada por pintores y dibujantes de prestigio (de Javier Mariscal a Marjane Strapi), o incluso por ella misma coloreando canciones basadas en el jazz y la música brasileña, con huellas de fado o flamenco, además de una versión de Adriano Celentano. Charlamos con una femme europea y efímeramente local.
• ¿Qué le ha añadido Fernando Vacas a tus primeras composiciones?
Fernando fue el primer “oído” de las músicas y su presencia atenta y generosa fue una ayuda psicológica preciosa, sin intervenir en las composiciones.
• ¿Te han inspirado más las calles estrechas, los patios, las tabernas, la luz o la gente de Córdoba?
Todo me ha inspirado en la ciudad. Sin duda las calles, la luz y sobretodo la calurosa simpatía de la gente. Pero también el salmorejo, al que me hice adicta, y los restaurantes deliciosos. También la intensa atmosfera artística que hay en Córdoba.
• ¿Cuéntame tu primer sentimiento al entra en la Mezquita
La primera vez que se entra en la Mezquita es una experiencia extraordinaria. Quedé maravillada con la arquitectura exquisita y aérea. Luego volví para enseñarla a amigos. Es una experiencia que da gusto compartir.
• Esa ilustración de la portada de ‘Pájaros eternos’, esa nube tras las que se esconden un hombre y una mujer, me recuerdan a Adán y Eva… ¿voy bien encaminada?
Sí, sin duda hay algo de Adán y Eva, perdidos en una misma “nube”. Es una referencia a la letra de la canción “Nace el día en la ciudad”. En ella, imaginé una niña que observa por la ventana la circulación frenética de una de nuestras ciudades europeas azotadas por la crisis y va soplando nubes de vapor en el cristal. Nubes que crean formas, cómo pájaros absolutamente efímeros, pero que tienen la eternidad de nuestros sueños.
• Algunas canciones tienen atmósferas cinéfilas, ¿no puedes evitarlo?
Es verdad que mis canciones se construyen alrededor de personajes, situaciones o atmósferas, un poco como corto-metrajes musicales. Me gusta mucho crear puentes entre las artes.
• ¿Sale de forma natural enlazar la música con el cine?
Casi automáticamente, relaciono imágenes con música. Aunque sea el silencio como música. Cuando una música me gusta mucho, me pongo a dibujar o pintar o imaginar imágenes en movimiento, como un reflejo. Creo que cine y música están íntimamente relacionados.
• La canción ‘Noche’ es un paseo nocturno por Madrid ¿No existe otra ciudad como Madrid de noche?
Muchas ciudades de noche tienen una atmósfera particular. Madrid me impactó por el bullicio, su extraordinaria energía nocturna. No es una noche naturalmente melancólica como en otras ciudades. Imaginé así una chica que va a contra-corriente de toda esa alegría nocturna, con su “blues” interior.
• Y ‘Trapichana’ tiende puentes entre Andalucía y Brasil ¿Andalucía es como una samba?
Flamenco y samba son muy diferentes musicalmente, pero les encuentro algo similar en el espíritu. Son músicas populares muy sofisticadas, que nacen y se hacen en común, en diálogo, en ruedas. Imaginé así el personaje de un Andaluz que se va a Río de Janeiro y se enamora totalmente del trópico y sus características. Su corazón queda dividido entre samba y flamenco.
• Esta región no para de darle alegrías… (hace poco recibió el Premio Ciudad de Sevilla, dentro del Festival de Cine Europeo en reconocimiento a su carrera artística)
Es verdad, Andalucía no para de darme bellísimas sorpresas, como el reciente Premio Ciudad de Sevilla. Eso me conmueve mucho porque siempre fui una enamorada de Andalucía. Mucho antes de haber visitado la región, escuchaba con enorme emoción a mi padre tocar Falla, Albéniz, Granados… Siempre me entusiasmó Lorca. Y ahora, me alegro mucho de contar con maravillosos amigos andaluces.
• ¿Cuál es la lengua más musical para ti?
Creo que cada lengua tiene su propia música. Lo que resultó a la vez natural y curioso para mí, es que en este disco cada canción fue surgiendo en un idioma diferente, entre aquellos que uso a diario. Un poco como los sueños. Van cambiando de idioma en función de las personas con las que sueño.
• ‘Repare Bem (Los ojos de Bacuri)’, el nuevo largometraje que diriges es un documental sobre el trabajo de la comisión de amnistía y reparación en Brasil, Argentina y Chile tras las dictaduras militares ¿no crees que ese es un camino aun por recorrer en España?
Sin duda el trabajo de reparación que está haciendo Brasil y que retrato en la película tiene un significado muy profundo para las víctimas. Descubrí filmando hasta que punto el trauma pasa de generación en generación y como es importante acceder a la verdad.
• Actriz, directora de cine, pintora, cantante y compositora, ¿te queda mucho por hacer?
Creo que sí, me queda mucho por hacer. Tantas cosas por desarrollar y descubrir. Vivimos en un período de grandes cambios, pero no sabemos bien hacia donde vamos. Creo que la creación artística ayuda a reflexionar sobre nuestro mundo.
• ¿Por qué crees que España y Portugal se parecen en la pena de la crisis y no en las alegrías?
También nos parecemos en las alegrías. Pero hay una alegría que es propia a España. En Portugal existe una cultura de la melancolía.
• ¿Cuál es tu idea de Europa?
Crecí ya con el sentimiento de ser europea. Viví mi infancia en Viena, en Austria, y atravesaba casi toda la Europa para ir de vacaciones en verano a Portugal. Me gusta la Europa de las culturas, del extraordinario patrimonio artístico, de los idiomas, de las literaturas, del diálogo. Y defiendo la Europa de la solidaridad, de la justicia, de las libertades y de la paz.
• Siempre me pareciste tan enigmática como María la portuguesa a la que cantaba Carlos Cano, ¿será que posees algo de copla y algo de fado?
Para ser totalmente sincera, tanto el fado como la copla entraron en mi vida relativamente tarde. Mi cuna musical fue la música clásica, un lindo regalo que me hizo mi padre. Ahora, la música sigue siendo para mí un terreno de apasionantes descubrimientos.
• Dime que vendrás a cantar a Córdoba, ¿en qué lugar te gustaría dar un concierto en la ciudad?
Tanto mis músicos como yo soñamos con presentar “Pájaros eternos” en Córdoba, ahí donde todo nació. Para la elección del lugar, pediré consejo al mago Fernando V