blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

‘EL HIJO 10’ DE ÓSCAR LORCA Y CHEMA ARGENTE, TRIUNFADORA EN EL CERTAMEN DE CREACIÓN AUDIOVISUAL DE CABRA



Adriana Ozores y Fran Perea logran los accésits de interpretación y el jiennense David Heredia se queda con la mejor producción amateur por ‘A Laponia’.

Cabra no es San Sebastián ni su Certamen de Creación Audiovisual tiene los altos vuelos de Zinemaldia. Tampoco le hace ninguna falta. Solo que cada año ambas citas coinciden en fechas y mientras en el norte reciben a estrellas de Hollywood, en el sur se da la bienvenida de forma más humilde pero igual de glamourosa a gentes, la mayoría, del cine andaluz que firman autógrafos y se fotografían con sus fans sin echar de menos la puerta del María Cristina. El Teatro El Jardinito se convierte cada año en un exclusivo Kursaal de la capital Subética para inaugurar, desarrollar y despedir esta cita que ofrece algo más que cine y cortometrajes. Un certamen que fotograma a fotograma ha cumplido su edición número diecisiete y que se despidió el sábado con una gala solidaria a beneficio de Cáritas, presentada por Ángel Garó, en la que se hizo público el palmarés de los cortometrajes que han participado en la sección oficial a concurso, se entregaron los premios y se homenajeó al actor sevillano Paco Tous, quien también recibió el suyo: el premio ASFAAN de la asociación de festivales andaluces.

El premio gordo, llamado ’17 Certamen Nacional de Creación Audiovisual de Cabra’, recayó en esta última edición al cortometraje ‘El hijo 10’, de los catalanes Óscar Lorca y Chema Argente, por una historia sobre una pareja que decide comprar un hijo a la carta. En la mejor producción amateur, el premio ‘Juan Muñoz’ fue a parar a las manos de David Heredia, un joven realizador de Beas de Segura (Jaén) por ‘A Laponia’, una irónica reflexión sobre cómo encontrar trabajo en esta remota región finlandesa, y corto que se puede ver en la plataforma Vimeo. Por su parte el ‘premio 5’, a la mejor obra de menos de cinco minutos lo consiguió ’85.12.30’ de Manuel Bartual y el Premio al mejor cortometraje de animación fue para Jaime Maestro por ‘El vendedor de humo’.


La actriz Adriana Ozores y el actor Fran Perea ganaron los accésits de interpretación femenina y masculina, la primera por ‘Fracaso escolar’ de Gracia Querejeta, y él...

MANOLETE Y LA ANTOLOGÍA DEL MAL GUSTO


En una plaza de Córdoba se puede admirar uno de los monumentos que tienen el honor de figurar en la antología del mal gusto mundial. Se trata del enorme conjunto escultórico que homenajea al matador de toros Manolete en la Plaza del Conde de Priego, en el barrio de Santa Marina, donde se crió el torero. 

El monumento figura en la lista de ‘Kitch. An antology of bad taste’ que publicó en Londres Gillo Dorfles en 1969. Y es que Manuel Rodríguez Sánchez no ha tenido demasiada suerte con los homenajes contemporáneos que le han brindado los círculos extrataurinos.  El último que no le hace justicia es el recién estrenado filme dirigido por Menno Meyjes que nos narra los últimos años de la vida del diestro cordobés, cuando se acaban de cumplir 65 años de su muerte en Linares. ‘Manolete’ ha llegado a la cartelera española seis años después de terminar su rodaje a causa de toda clase de problemas: embargos, dificultades financieras y denuncias judiciales. Llega tras haberse estrenado en diversos países –incluso en DVD o con pases en aviones- y haber cosechado pésimas críticas.

En Córdoba, la ciudad del torero, la película llegó tan solo a una sala de multicines que no se ha llenado ningún día. Aunque todo cambió a las dos semanas del estreno cuando el hermoso Coliseo de San Andrés, uno de los históricos cines de verano situado a dos pasos del barrio de Santa Marina, la programó consiguiendo que la unión de noche al fresco, bocadillo de tortilla y película muy esperada arrastrara a centenares de cordobeses a juzgar por sí mismos si la cosa era para tanto. Y es que en la ciudad de Manolete había mucho morbo por conocer cómo se había abordado la vida del mito, a pesar del rechazo que al principio produjo que ni una sola escena del filme se rodase en su casco histórico. Ni siquiera hubo tomas de recurso. Nada. La productora Lolafilms prefirió recrear las callejuelas de la ciudad de la mezquita en Cádiz y Carmona, y los espacios interiores en Alicante.
  
En el lado taurino cordobés están los círculos “manoletistas”, en donde no querían que la película se estrenase ni en pintura. Capitaneados por Manuel Benítez ‘El Cordobés’, muchos aficionados llevan años criticando el hecho de hacer una película de toros sin tener la más mínima idea de la fiesta. Para colmo, que el torero se desayune una raya de coca en la primera secuencia, que el filme destaque su pusilanimidad y recree demasiadas escenas de sexo con Lupe Sino, además de contar múltiples inexactitudes biográficas del diestro, no ha hecho si no avivar la llama.

Para Fernando González Viñas, director del Boletín de Loterías y Toros, revista tauro-literaria editada en Córdoba, “el director (un brasileño) se ha leído el libro ‘Espejo de la Tauromaquia’ (1937), de Michel Leiris, y ha pretendido llevar esas imágenes simbólicas (los olés son orgasmos, la lucha de sexos en la plaza, la erótica del toreo) a la pantalla. Claro que el director ni tiene idea de lo que es una pantalla ni de qué es la erótica”.

A todo ello se suma que ninguno de los actores protagonistas haya promocionado la película. Empezando por el hermano mellizo de Manolete, Adrien Brody, muy elegante según algunos entendidos a la hora de darle muletazos al toro mecánico que se utilizó para las escenas del toreo, ni Penélope Cruz, quien recientemente ha concedido entrevistas a medios...

Marta Jiménez/Elena Medel: CÓRDOBA, TRAS EL SUEÑO TRUNCADO DE 2016


Conversar unos minutos con sus autoras aviva las ganas de leer “Córdoba 2016: El viaje a ninguna parte”. No sólo porque la recta final de la candidatura cordobesa a Capital Europea de la Cultura tenga tintes de thriller conspiratorio, que también, sino porque en sus voces se resumen diez años de un proyecto ilusionante y decepcionante al mismo tiempo. Un capítulo agridulce de la historia de nuestra ciudad que cada una vivió desde su posición y en diferentes momentos de la misma. Marta Jiménez, como periodista, estuvo relatando esta aventura desde que echase a rodar. Por su parte, Elena Medel fue la encargada de componer el relato que la delegación cordobesa defendió ante el Comité de la Selección de la CEC. El libro es el reflejo de cómo esta ciudad se volcó con un proceso que, según sus autoras,  en su última fase estuvo plagado de irregularidades y poco tuvo que ver con la cultura.
Texto: Aurora Rodríguez / Foto: Álvaro Peña
“Fue penoso al final, pero durante esos años la ciudad demostró cosas muy positivas que nosotras queríamos reflejar en el libro”

LA CIUDAD DE LAS MUSAS










































Si alguien sintiese este otoño que Córdoba es un páramo cultural debería caerle el catálogo de ‘Góngora, la estrella inextinguible’ en la cabeza. Que dicha exposición, inaugurada en mayo en la Biblioteca Nacional, habite por unos meses en la sala Vimcorsa y el Centro Espaliú resulta un acontecimiento tan gozoso como que el polvo de las calles que pisó el príncipe de los poetas pertenezca a nuestro subsuelo: por las obras que contiene -y eso que el famoso retrato de Velázquez que cuelga aquí es una copia anónima- además de por la extraordinaria bibliografía gongorina que recoge. El plan es que en este otoño negro podamos cruzar desde la realidad ordinaria al extraordinario mundo paralelo que ofrece el poeta. Un universo escrito con un código de señales que subliman lo insignificante.
Invito a que la exposición sirva de paso para recordar cómo Córdoba continúa siendo una confluencia de amores, odios y literatura. Góngora fue transportado del infierno a la gloria 300 años después de su muerte, cuando la vanguardia lo convirtió en vanguardia por haber cambiado el curso de la poesía. Antes, el enemigo había echado al autor de ‘Las Soledades’ de las antologías, las enciclopedias y de la historia. Lo triste es que dentro de estos laberintos el desprecio de sus semejantes siga siendo el destino de muchos grandes poetas.