Este domingo dos actrices formadas en la Escuela de Arte Dramático de Córdoba temblarán en el patio de butacas por si se llevan a casa un Goya
Desde que se apagaron los focos que durante siglos iluminaron esta ciudad es cierto que aquí, entre otras muchas cosas, ha faltado glamour. Y el poco que pueda otorgarnos el actual show business huye como de la peste de Córdoba, vaya a ser que algo se pegue de su actual mala estrella. Pero como la cuna es tan potente como los años de formación, este domingo dos actrices formadas en la Escuela de Arte Dramático de Córdoba temblarán en el patio de butacas por si se llevan a casa un Goya. Por eso desde aquí despliego una particular alfombra roja que baje la calle Blanco Belmonte hasta la puerta de la ESAD. Para que por ella caminen sus profesores.
La mayor de las dos opta al Goya de actriz revelación, lo que es la vida. Su nombre, María Morales. La actriz cordobesa es conocida popularmente por aparecer cada tarde en la pequeña pantalla como la Pruden de la serie Amar es para siempre. Sin embargo, la película por la que compite no la ha visto casi nadie: Todas las mujeres de Mariano Barroso, en la que borda un papelón midiéndose con el enorme Eduard Fernández, también candidato al Goya. Para María, en la ESAD de Córdoba se hacía tanto teatro que cogí muchas tablas, trabajé en equipo y aprendí mucho del ambiente que había. Era la diversión en todos los sentidos.
Inma Cuesta es de Jaén aunque naciera en Valencia y parezca salida de un cuadro de Julio Romero de Torres. Estudió cinco años en la Escuela cordobesa y añora tanto a sus compañeros de aquí como los perritos del Lucas. Una de esas compañeras, la locutora Marga Ariza, la animó a presentarse al casting del musical Hoy no me puedo levantar. El resto es historia. Está nominada como actriz principal por su primera comedia, la taquillera 3 bodas de más y pese a su corta carrera, la Cuesta es ya una actriz de raza.
Las dos nos nutren de sueños desde la pantalla y ambas alimentaron los suyos en una ciudad en la que aun quedan reductos como esta Escuela llena de solera que hoy debe estar orgullosa.