blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

Hexágonos

Recuerdo a sus arquitectos, Nieto y Sobejano, contar en su día que el espacio permitiría invitar al artista a intervenirlo

Marta JiménezMarta Jiménez@radiomarta

El hexágono, en simbología, representa el perpetuo movimiento de la creación. Algo así como el camino que siguen los procesos permanentes de renovación a través de la transformación y el cambio. Es el hexágono o morir. Esa debería ser nuestra máxima. Sin embargo, aquí y ahora los jaramagos crecen a sus anchas alrededor del edificio hexagonal y blanco llamado a convertirse en nuestra seña de identidad más aérea, la menos ligada a la tierra. En lo que sería la institución de la ciudad más alejada del siglo XIX.

Leer más –>

LA COLMENA (I)







































El edificio antes conocido como C4 –nacido como una panal blanco a esta orilla del Guadalquivir- representa, como en la novela de Cela, la colmena de una ciudad que vive “una mañana eternamente repetida”. Hasta llegar a su tecnológica fachada-pantalla se partió de una secuencia geométrica muy sencilla “con la que se consiguen múltiples variaciones”, en palabras de uno de sus arquitectos, Enrique Sobejano. Lástima que esta teoría arquitectónica aun no se haya aplicado al contenido y al uso que tendrá el edificio.

La lucha porque la colección Citoler se quede a vivir en Córdoba ha sido muy estimulante durante los últimos años, pero mucho me temo que ahora carece de sentido al haberse configurado, para bien o para mal, una nueva época. Si concebimos como un disparate los 20 millones de euros invertidos en este edificio de futuro ¿cultural? incierto, no se debería cometer otro invirtiendo un pico que no tenemos en una colección de arte. Nos corresponde sustituir las lluvias de dinero de ayer por conductas más innovadoras y sostenibles. Y no es de recibo que en esta realidad sin fondos para mantener la sala de Puerta Nueva, en donde precisamente se exponían los premios de fotografía que llevan el nombre de Pilar Citoler, se invierta el dinero que no existe en las obras de arte de la coleccionista. Además, está demasiado cerca, salvando las distancias, un caso de características similares: el del ambicioso Museo Carmen Thyssen de Málaga. Una colección, con su correspondiente museo en el centro de la capital, que ha defraudado por su recorte de calidad expositiva, por una tibia acogida y una opaca gestión que ahora suma la desconfianza en una baronesa sin cashque pretende recuperar el uso de sus cuadros antes de lo que prometió.

DISPARATES 1





























Medina Azahara está rodeada de incultura. También de política destructiva, porque lo uno es lo otro: la grosería de las parcelaciones, del expolio, del desconocimiento y del desapego. Si la Mezquita tiene al enemigo dentro, la iglesia, Medina lo tiene fuera y muy cerca, en la espalda de casi toda la ciudad de la que fue espejo, a pesar de que el mundo exterior -árabe, cristiano y judío- la valore y premie por su pasado y por su presente.

Ay, los cordobeses, pensarán ustedes fustigándose, que no conocemos los propios paraísos perdidos, los que fueron la semilla del renacimiento en occidente siglos antes de que renaciéramos en la  Italia del XV. Pues sí y no. Verán, hay personas que viven en Córdoba, jóvenes y mayores, parados o en precario o concienciados o simplemente sin permiso de conducir que no disponen de vehículo para llegar al conjunto arqueológico. Así que, o se pegan la paliza de ir andando y descubrirlo tras sangre, sudor y lágrimas o lo hacen, 7 eurazos mediante, en el bus turístico diseñado para tal fin y único transporte público, junto al taxi, que llega al edifico soterrado de Nieto y Sobejano. Así son las cosas.

Pero van más allá. Existe una línea periférica de Aucorsa, la que llega a Majaneque y Villarrubia –a 1’15 € el billete-, que hace parada en lugares como la parcelación Córdoba la Vieja, el Parque Tecnológico, o sea  Decathlon y Leroy Merlin, y en la puerta de las (ahora desiertas) Naves de Colecor. Eso sí, al Centro de Recepción de Medina Azahara no te lleva. Puedes apearte justo en el cruce y apañártelas a pie durante 500 metros sin arcén, lo que convierte llegar al museo en algo así como coronar un ochomil del patrimonio [addtoany]

Tags: , , ,