Esta semana la ciudad ha visto resucitar su gran capital colectivo para intentar evitar un pelotazo urbanístico en varios tesoros del casco histórico
Siempre es emocionante que la ciudadanía activa de Córdoba esté a la altura moral de las circunstancias. Y más aún cuando estas son culturales, medioambientales, patrimoniales y de salvaguarda de la memoria colectiva. Me recuerda al machadiano complementario que va siempre con la ciudad y que es justo su contrario. Oxígeno para el ánimo de sus habitantes. Porque no todo va a ser poder y desencanto.
Seguir leyendo en Cordópolis