¿Y de qué sirve este miniviaje al pasado? Para entender mejor el himno pop de aquella Córdoba: Entonces, por qué
El 21 de octubre de 2015 es la fecha en la que Marty McFly, protagonista de Regreso al Futuro , llega precisamente al futuro desde 1985. Ayer, medio planeta celebró el 30 aniversario de aquel fotograma. Córdoba se sumó a la fiesta en los Multicines Guadalquivir, en una sala más cómoda y más lejana al desaparecido cine Alcázar en donde se estrenó la segunda de la saga en 1989. Aunque Córdoba no sea Hill Valley, el futuro ideado por Robert Zemeckis acertó en que hoy vivimos frente a una pantalla, y ante ella me pregunto hoy por aquella Córdoba del 85 y por si regresaríamos a ella en un Delorean que vuela.
La ciudad estaba gobernada por un comunista, Julio Anguita, que aquel año estrenó el extraño edificio que hoy acoge la hoguera de las vanidades locales en la calle Capitulares. El debate nacional estaba en la permanecía en la OTAN, la liga la ganó el Madrid y el Córdoba subió a ¡Segunda B!, con fiesta en la calle incluida. Pobres. Ese año se declaró BIC San Andrés, bajo cuyas naves, tres décadas después, una alcaldesa ha entregado la insignia de la ciudad a la imagen de una virgen. El obispo de la época, Infantes Florido, reconocía entonces en una carta al alcalde que solo era «custodio» de la Mezquita. Lo que es la vida.
Aún nos restaban 20 años de Miguelato –en Cajasur y en la ciudad–, las apariciones estelares de Rosa Aguilar, Paco Castillero y Sandokán en la vida pública o que se arrasara con el petróleo romano de Cercadilla que tanto avergüenza aún. La tasa de paro en la Córdoba del 85 era del 32,69%. La última EPA arrojaba un 30,11% entre una población activa que ahora ha crecido por la incorporación de la mujer. Amen. Pero aún hay más drama en que la tasa hoy supere el 42% entre los nacidos precisamente a partir de 1985. Por tanto, que el retrato en algo tan sustancial sea tan parecido al de hace 30 años nos sitúa más cerca de la distopía que Orwell pronosticó para 1984, que de tan taquillera utopía. ¿Y de qué sirve este miniviaje al pasado? Para entender mejor el himno pop de aquella Córdoba: Entonces, por qué .
