El todoterreno artista bilbaíno se instala este fin de semana en el Gran Teatro con su aclamado El Intérprete, un show que mezcla música en vivo con striptease emocional
Este selfie es telefónico y Gora, el cachorro bichón maltés de Etxeandia, es la gran protagonista. Mientras sucede la charla, la perra se descubre por primer a vez en el espejo y a su amo se le cae la baba sin poder evitar cortar sus respuestas y narrárselo a su interlocutora. “Entiéndelo, es un momentazo familiar”, se disculpa. Como para no entenderlo. “Estoy locamente enamorado de ella”, confiesa acto seguido mientras Gora (que significa viva en euskera) prosigue su monólogo ante el espejo. De casta le viene al bichón.
Asier se instalará este fin de semana en el Gran Teatro con su aclamado El Intérprete, un espectáculo difícilmente etiquetable de música en vivo, donde se pide al público que se levante de sus butacas, que cante, que baile, que aprenda las coreografías, que encienda el móvil, que saque fotos y las comparta. Y el público suele entregarse gustoso al aquelarre. Al final de esta entrevista encontrarán la coreografía de uno de los dance mob -Tú te me dejas querer- por si se atreven a llevarla puesta al teatro el sábado o el domingo y pasarlo como los indios.
P. ¿Qué canción nos ponemos para leer esta entrevista?
R. A ver…Golden years de David Bowie, que la he estado escuchando esta mañana, aunque te puedo dar veinte mil.
P. ¿Has visto la caída de Madonna en los Brit ?
R. Madre mía, qué impresión, yo es que soy muy fan. Me ha impresionado bastante porque ella que está siempre tan perfecta en sus performances y videoclips y se ha metido una buena hostia, ¿eh? sale volando y cae con todo el coxis. La verdad es que luego cómo se levanta la tía y cómo sigue adelante toda la canción, como si no hubiera pasado nada con la mala hostia que debe tener, que es como para matar a alguno de los bailarines que le tiran de la capa para atrás. Pero si algo tiene es que los tiene bien puestos. Impresiona mucho ver a Madonna caerse, no es como a otra cualquiera, que se cae Beyonce, por ejemplo, que también es la hostia, y no es lo mismo, pero esta, que es tan medida siempre, me ha impresionado más. Tiene 56 años y mira, tú y yo nos caemos así y no lo contamos.
P. Perdona, yo no lo cuento, pero tú…
R. Sí vale, me levantaría, haría un chiste pero luego en el camerino me cagaría en lo más grande.
P. Si El Intérprete es una celebración de ti mismo, ¿puede ser una celebración de cualquiera?
R. Sí, claro, es que ese es el mensaje. Yo estoy utilizando la música como medio para lanzar un mensaje muy claro: Que hay que celebrarse a uno mismo, que los sueños se cumplen y que hay que defender tu sombrero por muy ridículo que parezca. Hay que ver las posibilidades de cada uno porque casi todo es posible en la vida, ese es el milagro. Es lo que le quiero transmitir al público, que eso nos pasa a todos y que eso es posible.
P. ¿Qué significa cantar para ti?
R. Buf, no sé si Dios existe, pero si existe estoy casi rozándole. Es una sensación de paz, de liberación, de conexión con algo muy íntimo pero a la vez muy universal. Desde que tengo uso de razón mi madre cantaba, yo canto y es como cuando ves una fuerza de la naturaleza, una tormenta, un terromoto o un tsunami, pues eso pasa por dentro.
Hay que celebrarse a uno mismo, que los sueños se cumplen y que hay que defender tu sombrero por muy ridículo que parezca
P. ¿Cantar y actuar en qué se parecen?
R. Para mí es lo mismo. Un texto ha de tratarse como si tuviera una melodía interna, con un ritmo, con un pulso y una canción debe ser tratada con la profundidad de un texto, como si estuvieras haciendo un Shakespeare, porque tienes que contar la historia de esa canción y transmitir su atmósfera. Todo va unido, por eso El Intérprete porque todos los grandes, de la música y de la actuación, lo son.
P. ¿Tus ojos maquillados qué ven?
R. Mucho más lejos, pero eso ya lo sabes por la canción. Tiene que ver con el ritual del actor y de la transformación para ser la prolongación de uno mismo, o ser el que uno quiere ser que, al fin y al cabo, es lo más cercano a lo que uno es.
Una canción debe ser tratada con la profundidad de un texto, como si estuvieras haciendo un Shakespeare
P. ¿Fueron a verte tus compañeros del cole en Bilbao?
R. Los del cole, no sé, pero de la escuela de teatro casi todos, porque sigo manteniendo el contacto con los de mi promoción. Vino mucha gente porque estuvo lleno cada día el Teatro Arriaga.
P. ¿Qué etiqueta le ponemos El interprete?
R. No, no, no, no. No te voy a responder a eso jamás. No hay género, qué horror, ¡fuera géneros ya!, que nos limitan como artistas. ¿Por qué tenemos que hacer comedia, musical, ser actores dramáticos o hacer clown? Aquí ocurre todo eso. Y sobre todo, cuando se crea el ritual de teatro si lo enclavamos en un género estamos matando todo lo demás que puede ocurrir en escena. En El Intérprete paso por todo, de la pena más honda a la celebración más grande, a la fiesta, el lado íntimo.
¡Fuera géneros ya!, que nos limitan como artistas
P. ¿Es autoterapeútico este show?
R. Bueno, más que de terapia me gusta decir lo que tiene de sanación, porque no me meto a investigarme, ni a buscar la fórmula de la creación, lo que hago es limpiar y hacer una especie de bálsamo en mi vida y en la de los demás. Es cerrar un ciclo para mí. Tiene algo de acto ciclomágico. Bueno, tan poco conozco a fondo la serie de Jodorowsky, pero lo que he leído de él me interesa y tiene que ver mucho con llevar a un ritual algo personal para que la vida siga caminando. Decía que cierra un ciclo porque necesitaba hacerle un homenaje a mi madre, necesitaba homenajear mi infancia y transmitir que todo es posible. Buscando mi niño interior he encontrado más la paz y la madurez y estoy más pleno para seguir caminando.
P. En El Intérprete se permite bailar ¿nos das instrucciones de alguna coreografía?
R. Mira, eso tiene que ver con el interés de cada uno. Hay videos en YouTube con la coreografía, que es maravillosa y muy sencilla y bailando disfrutas más del show, pero aunque no hayas visto ninguno no pasa nada, hay que venir con ganas de divertirse, sin juzgar, queriéndose mucho y dejándose regalar por lo que está viendo, esa es la fórmula para terminar on fire, porque luego todo el mundo debe irse de fiesta y emborracharse y te juro que no estoy exagerando, pero todo el mundo sale con una sensación diferente de con la que entró al teatro. La sensación de que puedes hacer todo con lo que has soñado.
Buscando mi niño interior he encontrado más la paz y la madurez y estoy más pleno para seguir caminando
P. Este espectáculo ha nacido desde la autogestión, ¿es la fórmula de nuestros días para sobrevivir en este y cualquier sector?
R. Me rodeé de un equipazo maravilloso, somos cuatro socios que son igual de flipados y currantes que yo, que son Tao Gutiérrez, José Luis Huertas y Ana Sánchez de la Morena, y que formamos Factoría Madre Constrictor. Lo que ocurrió es que llevaba un tiempo sin trabajar, y bendito tiempo porque me sirvió de introspección y de autoexpiación, de parar y no dejarme llevar por una marea. Cuando decido ponerme hacer, aparece esta gente, creen en mi idea, la hacen suya y nos ponemos manos a la obra sin un duro. Solo trabajando muchísimo con mucha otra gente. Cuando haces algo de verdad y te dejas la piel, siempre recibes algo a cambio. Tiene que ser así ahora mismo porque nadie te va a ayudar.
P. Te vemos cada semana en la serie Galerías Velvet ¿la tele hace que la gente vaya al teatro?
R. Bueno, yo te voy a decir una cosa. El Intérprete lo hice antes del estreno de Galerías Velvet y llené el teatro (de La Latina) desde el primer día. Tengo la suerte de llevar haciendo teatro toda la vida y no he parado. En televisión he estado en un montón de series en las que te haces famoso, luego te olvidan, luego te haces famoso otra vez. Es un público un poco veleta. El que te sigue por el teatro o por tu trabajo, no porque te haya visto en la tele, es mucho más fiel y entiende lo que haces. Yo estoy encantado de estar en Velvet, me parece maravilloso mi personaje y la serie, pero vamos, que no me gusta demasiado la sensación de fama que te da la televisión. Me gusta mucho más la sensación de reconocimiento que te da el teatro y la gente que va a vivir ese ritual contigo.
No me gusta demasiado la sensación de fama que te da la televisión. Me gusta mucho más la sensación de reconocimiento que te da el teatro
P. En cine este año te veremos en Ma Ma, de Julio Medem con Penénole Cruz, y en una adaptación de Bodas de sangre llamada La Novia
R. Y La puerta abierta, que la acabo de terminar ahora mismo y es una maravilla, con Terele Pávez, Carmen Machi y yo haciendo de putas, yo soy una travesti llamada Lupita que es para comértela a besos. Ma Ma ha sido, imagínate, una maravilla. Medem es un referente de toda la vida y sus películas me las sé de memoria. Trabajar con él es hacerlo con un maestro, un sabio, es un tío con un conocimiento de su trabajo muy grande, un milagro. Penélope es otro milagro y Luis (Tosar) también. Ha sido un viaje para mí y rima con todo, porque entiendo perfectamente el mensaje de la película y para mí es un homenaje a mi madre personal. Y La novia, curiosamente soy muy fan, hasta obsesivo durante muchos años, de Federico García Lorca y Bodas de sangre me la sabía también de memoria, la trabajé en la escuela de teatro y mi personaje favorito era el novio. Y ahora se hace esta película, dirigida por Paula Ortiz, con Inma Cuesta y yo soy el novio.
P. “Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo”, escribió precisamente Lorca ¿Estamos moribundos?
R. Hombre, el gobierno quiere hundir al teatro, pero no lo está consiguiendo ¿cómo lo va a conseguir? La cultura lleva en nuestra cultura desde nuestros ancestros y por algo será, porque es algo superior a las avaricias de unos pocos. Ellos pasarán de moda, la cultura no, se sobrepondrá. Pero están consiguiendo que hagamos de este país un país de borregos, porque va a costar mucho. Si tú no tienes cultura no vas a entender nada porque no tienes empatía con el de enfrente. Te la sopla. Es el problema que tiene este país. Mucha gente no sabe que viene por ahí, y no me refiero a la cultura popular que sale en la tele o la fácil de encontrar, sino la que te cuesta encontrar, la que te genera curiosidad, la que te remueve por dentro y no entra fácilmente, la que investiga emociones que muchos no quieren investigar. Ese es el trabajo que como ser humano hay que hacer y por eso lo inventaron los griegos hace tantos años, para educar a la sociedad y que todos podamos vivir en comunidad. Eso es la cultura y eso no lo saben, no tienen ni puta idea. Pero saldrá a flote porque la necesitamos como necesitamos el agua, comer o follar.
El gobierno quiere hundir al teatro, pero no lo está consiguiendo ¿cómo lo va a conseguir?
P. Fuera del escenario, ¿qué plan tienes en córdoba para el fin de semana?
R. Curarme de este trancazo para poder hacer bien el show, así que descansar, eso lo primero. Córdoba es maravillosa y la conozco, daré mi paseo y disfrutaré de la comida. Estoy bien jodido, tengo una gripe de cojones pero también la suerte de tener unos grandes músicos que cuando suena la primera nota, se me ponen los pezones como escarpias y tiro para delante que lo flipo.