Un documental para televisión rescata la figura del primer presidente de la II República española, el andaluz Niceto Alcalá-Zamora
Manuel Pimentel durante el rodaje en el instituto Aguilar y Eslava de Cabra |
Hace cuatro años, unas obras en la casa de Francisco Adame, el alcalde republicano de Priego de Córdoba, descubrieron un tesoro que llevaba décadas escondido: unas viejas latas con rollos de película, muda y sonora, que narraban la caída de Alfonso XIII y la llegada de la II República. En las imágenes cobraba vida uno de sus protagonistas, el primer presidente de ese régimen constitucional: Niceto Alcalá-Zamora, natural de Priego.
Ese pequeño gran acontecimiento fue el germen del documental de La Claqueta, ‘Niceto Alcalá-Zamora. La tercera España’, dirigido por José Francisco Ortuño y Fátima de los Santos, quienes han usado como base ese material inédito hallado en 2009 para un largometraje que no será biográfico y que se acercará a la figura presidente republicano a través de la tercera España. ¿Y qué era la tercera España?, para Fátima de los Santos, codirectora del documental, una España que no era «ni de izquierdas ni de derechas». Una España de centro «que promulgaba el diálogo y que de haber triunfado, podía haber evitado la guerra civil». El documental sigue una larga tradición de la productora la Claqueta, que ha dedicado documentales a Ignacio Sánchez Mejías, Becquer o Luis Cernuda, que se alejan «del típico documental biográfico», según José Francisco Ortuño.
Entre las originalidades del documental que nos ocupa se encuentra el personaje vertebrador, un insólito narrador encarnado por Manuel Pimentel en el papel de un profesor que explica a sus alumnos la figura del presidente republicanol. El editor y exministro ya había participado brevemente en algunos documentales, escrito el guión de otro sobre los documentos de Tombuctú y también formó parte en una serie sobre arqueología de TVE. Pero la ficción nunca había llamado a su puerta. «Para mí fue una sorpresa la llamada de La Claqueta ofreciéndome este personaje de ficción para el que he tenido mucha libertad», explica Pimentel, quien trabajó en un aula con un grupo de alumnos como figurantes «que aguantaron estoicamente» las largas horas de rodaje.
El documental se ha rodado en el Instituto Aguilar y Eslava de Cabra (Córdoba), en donde estudió el propio Don Niceto, y que se mantiene como museo vivo de la época republicana. Un escenario «maravilloso» en palabras de Pimentel, lleno de animales disecados «que parece más un gabinete del XIX que un aula del siglo XX». El exministro, quien conocía al personaje por sus memorias, no entiende el alto nivel de desconocimiento entorno a su figura, a pesar de su altura política y confiesa sentirse atraido por don Niceto «con sus pros y sus contras”.
Alcalá-Zamora, un ilustre desconocido
Pocos han sido menos respetados que el que fue el primer jefe de Gobierno y primer jefe de Estado durante la segunda República española. Oscurecido por quien le sucedió en ambos cargos, Manuel Azaña, combatido por quienes debieron haberle defendido, abandonado por quienes debieron haberle buscado, odiado por los dos bandos de la Guerra Civil, despreciado por los historiadores y olvidado por sus compatriotas, Niceto Alcalá Zamora, Don Niceto para los suyos, El Botas para sus enemigos, es hoy un ilustre desconocido.
Son varios los expertos que se acercan a este personaje político controvertido y que tienen presencia salteada a lo largo del metraje y de la narración que realiza Manuel Pimentel. Se trata de los principales investigadores en torno a la biografía de Alcalá Zamora, como José Luis Casas Sánchez, Julio Gil Pecharromán y Francisco Durán (director del Patronato Niceto Alcalá-Zamora) diseccionan la figura del presidente republicano.
El documental, que cuenta con el apoyo de la Biblioteca Virtual de Andalucía y de la Consejería de Cultura, se estrenará en televisión el próximo septiembre, más de seis décadas después de la muerte del político en el exilio. Son ya pocos los que coincidieron con él, pero los responsables del documental han conseguido que familiares como un nieto, José Alcalá-Zamora, y una bisnieta, Pilar, que lo conocieron en vida, cuenten sus recuerdos. El inicio de la guerra sorprendió al dirigente republicano en un viaje por tierras noruegas, tras su destitución como presidente. Desde entonces, se vio obligado al exilio y nunca regresó a España. Murió en 1949.
Recientemente, la figura de Niceto Alcalá-Zamora ha vuelto a la actualidad tras salir a la luz 1.200 documentos personales que fueron sustraídos del Crédit Lyonnais de Madrid en 1936, depositados actualmente en el Archivo Histórico Nacional.
Manuel Pimentel destaca que lo que más le llama la atención del personaje es «su idealismo» porque Don Niceto fue un hombre «más del XIX que del siglo XX, que no entendió ni el comunismo ni el fascismo». El exministro, además, aplaude que sean producciones andaluzas las que reivindiquen a personajes de nuestra historia.