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Fernando Franco: “Hay que rodar la primera película como si fuese la última”

 

El Director Fernando Franco en San Sebastián, echando de menos el sol de Sevila

El director más joven de la Sección Oficial donostiarra nos desvela las claves de ‘La Herida’, su ópera prima que llegará a los cines el próximo viernes

Marta JiménezMarta Jiménez|San Sebastián@radiomarta
No sabemos si por ser el director más joven en la sección oficial donostiarra, por ser un montador de referencia en el cine español (casi se lleva el Goya por ‘Blancanieves’) o por la temática de su ópera prima como realizador, una cámara pegada a una mujer que padece trastorno límite de la personalidad, el caso es que había enormes expectativas entre los cineastas y la prensa más joven del Festival en torno a ‘La Herida’. Cine de autor sin concesiones.

24 horas antes de conocer el palmarés, charlamos con Fernando Franco. Un sevillano que adora su tierra, de hecho la mayoría del equipo de su película es andaluz, pero que no ha obtenido un céntimo de las instituciones de nuestra comunidad para su proyecto “ni a priori ni a posteriori”, por lo que ha tenido que rodar en Euskadi. Olvidado todo eso, con lo que sueña ahora es con ver a su actriz protagonista, Marian Álvarez, alzarse con la Concha de Plata. “Ojalá”.
A caballo entre Sevilla y Madrid, en donde da clases de montaje en la especialidad de la Escuela de Cinematografía y del Audiovisual (ECAM), ahora le esperan en un buen montón de festivales internacionales ‘Clase A’. La semana que viene, el día 4, ‘La Herida’ se estrenará en solo 8 salas del país. Una de las copias llegará a un cine de Sevilla. “Qué menos”, resopla el director con alivio.
¿Supone mucha presión ser el único director novel en Sección Oficial en cinco años?
Más que presión es responsabilidad. Cuando uno hace una peli no sabe dónde va a acabar y cuando te dicen que va a Donosti y a sección oficial, cuando lo lógico hubiera sido ir a Nuevos Realizadores, pues es mucha responsabilidad pero, por otro lado, compensa la satisfacción de plantar un escaparate para la película. Y luego está la alegría. Estamos todos como locos independientemente de palmarés o no palmarés. Ya hemos ganado que después de la incertidumbre la película ha pillado un buen camino y llegan un montón de festivales: Londres, Zurich. Toulouse (adonde yo me voy directo de aquí) y dos o tres más de ‘clase A’ como Mar de Plata o Estocolmo. Muy contento porque la peli se ha hecho para eso, para que la gente la vea.

Es una película que no aspira al consenso y sé que no le va a gustar a todo el mundo. Hay gente que la va a detestar
¿Por qué crees que ‘La Herida’ ha despertado tantas expectativas?
Yo no lo sé si las ha despertado. Las muchas expectativas son negativas y cuando se crea un run run muy enfático es más fácil que la película al final decepcione. Yo eso me lo tomo con mucha cautela. He notado ese ru run en Internet, la gente me lo decía y tal, pero prefiero que la gente no espere nada y se encuentre con algo que le interesa, a que vaya pensando que va a ver algo que va a cubrir sus expectativas al cien por cien y luego no las cubra. Además, es una película que no aspira al consenso y sé que no le va a gustar a todo el mundo. Hay gente que la va a detestar y es mejor que cada uno la vea y ya.
Es que has hecho una película muy incómoda ¿Era esa tu intención?
No he pretendido de una manera deliberada hacer una película incómoda, sino rigurosa con lo que estaba planteando, que era tratar con un personaje que padece un trastorno. Me he amarrado a ese punto de vista y eso ha acabado traduciéndose en una película que no es precisamente cómoda del todo. Ha sido a través del feedback que me llegaba de los demás tras los primeros pases de prensa, cuando la gente me decía lo dura y lo incómoda que era la película y lo bien que estaba Marian, cuando supe lo que provocaba en la gente. Pero eso no era un a priori para mí como, por ejemplo, las nuevas tendencias del cine griego que va deliberadamente a hacer una película sobre algo disfuncional. A mí me interesaba el tema, quería construir un relato en torno al personaje, ser riguroso con el punto de vista y eso ha llevado a lo otro.
Has trabajado como montador y tu debut como realizador se nutre del plano secuencia ¿un salto al vacío?
Entiendo que si uno se dedica a esto y pone la carne en el asador, hay que rodar la primera película como si fuese la última. Como si no fueses a trabajar nunca jamás y te fuesen a quitar el carnet de director, casi. Hay que hacer lo que quieres. Hay una cuestión también y es que lo creativo, sin riesgo, no me estimula ni como espectador ni oyente. A  nivel musical, por ejemplo, me encanta la música experimental. Si todo obedece a un cierto patrón predecible no me estimula. He hecho algo que a mí como espectador me pudiera convencer. Si no, es muy aburrido.
¿Y eso puede tener que ver con la edad?
No, yo ya soy mayor. Como te decía me gusta la música experimental, la música industrial, el punk… me gusta las cosas que te confrontan un poco con lo que estás viendo u oyendo. Y me parece que el espíritu punk ese, que a mí me encanta, lo puedes tener con 15 años y lo debes tener con 70, de alguna manera. Yo tengo 37 y si pierdes eso pierdes frescura y estímulo a la hora de crear.
Viendo como ‘La Herida’ descansa plano a plano sobre los hombros de Marian Álvarez y no pudiendo imaginar a otra actriz encarnando a Ana, ¿fue lo más difícil, escoger a la protagonista?
Precisamente por eso ha sido lo más fácil. Yo escribí la película y pensé en Marian. La intenté involucrar en el proyecto automáticamente y ella entró. Le di la primera versión de guión, le gustó, le estimulaba su personaje y empezó a aportar cosas. La manera tan inteligente en la que iba construyendo sus comentarios y que yo sabía que era muy buena actriz después de haberla visto bordar su complicado papel en ‘Lo mejor de mí’ (de Roser Aguilar) unido a que es una mujer de otro planeta como persona, me hizo tenerlo claro.
Y no hice casting ni nada. Fue otro salto al vacío por una cuestión de piel. Me guío mucho por la intuición y viendo el proceso dinámico y orgánico en el que había entrado con Marian ya era inevitable que fuese ella. Aparte, saber que ella lo iba a dar todo por la peli, sentir que de manera visceral ella quería hacer la peli era para mí importante. Eso cuenta aun sabiendo, porque no soy un inconsciente, que si Marian no está bien no hay película.
¿Habéis sufrido mucho en el rodaje?
No ha habido un solo pero por parte de Marian a nada que hayamos hecho. De mis propuestas de puesta en escena y de todo. Cuando Marian leyó el primer guión no tenia ni idea de que iba a colocarle la cámara delante de la cara. De eso se enteró seis meses antes de empezar a rodar y me dijo “estás loco, no se puede aguantar una película entera en primer plano”. Además, íbamos a rodar planos secuencia en 16 milímetros, podía haber trabas de no haber material suficiente para hacer las tomas, que eran muchas, y eso que Marian adora tanto el celuloide como yo, pero ella entraba a todo. Teníamos mucha confianza mutua y esa sinergia es lo que acaba de hacer que ella esté muy bien en la peli.
Aunque ‘La Herida’ sea un retrato concreto de una persona que sufre una enfermedad mental ¿como crees que se sentirán las personas que padecen estos trastornos y sus familias al ver la película?
Conozco a gente cercana a personas con enfermedad mental que han visto la peli. Soy consciente y me crea mucha responsabilidad porque si bien no he querido hacer una peli sobre el tema en concreto, sí que quería hacer un retrato riguroso. Por eso me he documentado un montón en todos los sentidos, desde entrevistarme con gente que lo padece hasta con psicólogos y psiquiatras. Hay una psicóloga a la que estoy súper agradecido porque es la mayor especialista del tema en España y la descubrí por bibliografía suya, contacté con ella y recibió muy bien que fuera a hacer una pelicula sobre esto. Se portó muy bien conmigo, me ha aportado comentarios y me ha ayudado a que todo sea coherente y a que nadie que la vea sienta que hay un morbo o una frivolidad que yo he tratado de evitar. He querido hacer un retrato austero sin buscar detalles morbosos ni remarcarlos.
 
A priori (a las instituciones andaluzas) no les gustó nuestro proyecto pero podrían haberlo apoyado a posteriori .
Y con todos estos elementos ¿cómo evitar un discurso moral?
Por mi parte no lo hay ni voluntad de ello ni sentar cátedra sobre nada ni juzgar al personaje. Yo lo quiero y está construido desde el cariño. Entablé relación con mucha gente que padece el trastorno y siento cariño hacia ellos. Los problemas que tiene la protagonista en su día a día no difieren mucho de los que podamos tener tú o yo: comprarse un coche o ir a una boda con su novio. Fue una decisión deliberada de acercar el personaje al espectador. No quería meterla en una terapia o en un psicoanálisis. Simplemente sus problemas son de lo más normales pero tiene una forma de confrontarlos que es muy diferente a la que podamos tener los demás.
Hay un libro en el que una paciente o un psicólogo, no recuerdo, definían a las personas con trastorno límite como alguien en carne viva de los pies a la cabeza a la que cualquier cosa, aunque sea una pluma, que le cae encima le escuece. Y eso le pasa a Ana, que un comentario que a otro le podía patinar al cien por cien,  a ella la revienta.

Dices que has construido el personaje desde el cariño pero creo que hay muy poca piedad en la autodestrucción de Ana…

Sí, por completo, pero es su problemática. Endulzarla sería una traición al personaje. Si te cuento, yo he rebajado cien mil cosas que las llego a meter en la película y la gente no se lo cree. Una persona que padece un trastorno de este tipo suele tener una conducta muy kamikaze con las drogas, el sexo, el alcohol o la autolesión. Todo eso hay que tocarlo porque, si no, traicionas lo que estás tocando pero te aseguro que no hay nada amplificado para el morbo sino más bien lo contrario. Hay enfermos que me han contado que salieron a hacer footing y acabaron en comisaría y eso no está en la película. De hecho yo creo que hay esperanza y que existe un elemento catárquico en ella.
¿Aún escuece lo de no haber tenido apoyo institucional andaluz para tu ópera prima?
No. El proyecto no gustó y ya está. De hecho, hubo errores al principio y en Andalucía se llegó a publicar que habíamos rodado en Sevilla, pero no. No tenemos ningún problema en reconocer que no creyeron en nuestro proyecto, pero vamos, que tampoco tenía que gustarles necesariamente. A priori no les gustó pero luego podrían haberla apoyado a posteriori. La Junta de Andalucía no lo ha hecho y Canal Sur no lo sé, nos produce ETB y no sé cómo están las cosas con la FORTA (La Federación de Organismos o Entidades de Radio y Televisión Autonómicos).
¿Tus próximos proyectos? ¿Alguno en Andalucía?
Estoy escribiendo y soy lento. Ni entiendo la escritura del guión sin atravesar un proceso de documentación e investigación de un tema en concreto o algo periférico al personaje. Obviament,e me hubiese encantado rodar en Sevilla y en Andalucía ‘La Herida’. Yo vivo a caballo entre Sevilla y Madrid, he montado películas en mi tierra, que me encanta. Pero no depende de mí.

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