Marta Jiménez@radiomarta
Su próxima película huele a taquillazo solo con ver el trailer. ‘3 bodas de más’ es la primera comedia de Inma Cuesta tras varios años de intensos dramas en la gran y pequeña pantalla. En la película, que abrirá el viernes el Festival de Cine Europeo de Sevilla, la veremos por primera vez cantar, bailar, emborracharse y hacer el ganso.
El culpable es el director Javier Ruiz Caldera (‘Promoción fantasma’), y éste no será el primer festival que pise la cinta antes de su estreno en salas el próximo diciembre. Hace un par de meses fue seleccionada para clausurar la sección “Venice Days, Giornate Degli Autori”, del Festival de Cine de Venecia, donde tuvo una gran acogida, y por donde pasaron con anterioridad otras producciones españolas como ‘Celda 211’, de Daniel Monzón, y ‘Azuloscurocasinegro’, de Daniel Sánchez Arévalo. Charlamos con la actriz jiennense ante su preestreno en Sevilla.
¿Imaginabas que ‘3 bodas de más’ se convertiría en una película de festivales, lugares donde normalmente se sufre mucho viendo cine?
Las comedias no sé si son un género maltratado o no tan bien considerado como una película dramática. Para mí ha sido uno de los trabajos más difíciles porque nunca había hecho una comedia y creo que hay que ser muy valiente para lanzarte a la piscina sin miedo ni pudores ni sentirte ridícula en determinados momentos. Y no, no esperábamos festivales, así que cuando nos dijeron que íbamos a Venecia fue una sorpresa muy grata, la verdad. Tuvo muy buena acogida y muy buenas críticas y espero que en España la respuesta se multiplique porque aquí las bromas se entienden mejor.
El director del SEFF, José Luis Cienfuegos, advirtió que es posible que a algunos les choque esta elección para inaugurar el festival ¿Por qué parece que hay que ir pidiendo perdón por programar una comedia española?
De verdad que creo que es un género que no termina de valorarse como otros y es una pena porque ya no solo es difícil para los actores. Para un director saber cuál es el pulso de la comedia, el ritmo, hasta donde, hasta cuando es tremendo. Ahí está Daniel Sánchez Arévalo, por ejemplo, que está ayudando a que la comedia se valore de otra manera. Esta película no solo te hace reír sino que también te emociona y te lleva por otros caminos. Esa puerta debe seguir abierta para que venga más gente que haga comedia porque nos hace falta reír mucho.
¿Te has divertido tanto como parece haciendo esta película?
Muchísimo. Pero aparezco en casi todas las secuencias y llegaba a casa reventada, aunque llamaba a mi representante y le decía “ya solo quiero hacer comedia” porque estaba feliz y no me dolía la cabeza de llorar. Lo he disfrutado mucho, he jugado mucho y es verdad que también he tenido miedo al principio por ser un género que no había trabajado nunca, a estar muy expuesta a la crítica, a lo que digan de ti y más después de mis trabajos anteriores con tanta carga emocional. Ha sido un cambio muy radical y eso supone un riesgo, pero a mí me gusta el riesgo.
¿Por qué hasta ahora nadie había descubierto tu vis cómica?
Pues quizás por eso, por los personajes tan dramáticos que había hecho. Aquí costó trabajo que me vieran, a poco que me ponía un poco seria o fruncía el ceño ya no funcionaba. Costó trabajito, de hecho en el primer casting no me vieron porque me dieron una escena que no era muy cómica, menos mal que tuve otra oportunidad y al final, mira…
¿Entonces te resulta más fácil hacer drama?
No es que me resulte más fácil, es solo que lo he hecho más veces. Hay que ser muy cauto e inteligente para darle el punto a la comedia, porque si te pasas, estás sobreactuado y esto me daba un poco de miedo
No hay dos sin tres
¿Hay algo peor que tu ex novio se case con otra y te invite a su boda? Sí, que te pase tres veces en un mes, no saber decir que no y que el único al que consigas convencer para que te acompañe sea tu nuevo becario.
Ésta es la premisa de ‘3 bodas de más’, en donde Cuesta interpreta a Ruth, una chica que es invitada a las bodas de sus ex-novios, un alérgico al compromiso, un surfista pasado de rosca y un transexual convertido en pibón.
¿Cuál es papel con el que más has sufrido?
Con la Hortensia de ‘La voz dormida’. Por la responsabilidad que representaba interpretar a una mujer republicana y honrar la memoria de todos aquellos hombres y mujeres que vivieron aquella barbaridad. Y luego están los lugares y los objetos, que están cargados de energía. Yo rodé casi todo en una cárcel e imagínate lo que había allí. Menos mal que los momentos de descanso con los compañeros eran maravillosos y se recuperaba el espíritu y la alegría. Fue un rodaje duro porque fueron pocas semanas, además, y las escenas eran muy intensas. Es con el que más he sufrido pero también el que más huella me ha dejado.
Muy diferente debió ser la experiencia del doblaje de Talía en ‘Justin y la espada del valor’
Fue muy divertido y como no lo había hecho nunca, además, pues me apetecía mucho poner vocecitas a un muñeco y aprender algo nuevo. Ha sido una oportunidad y un lujo. La película está muy bien y apoyar una producción española de animación, de andaluces, además de Granada, pues me apetecía mucho estar ahí.
Si hace diez años te dicen que en Andalucía existirían estudios de animación que lanzaría películas a todo el mundo ¿hubieras creído que te tomaban el pelo?
No, porque soy una soñadora. Si me dicen que inventan un cohete que va a luna con pasajeros, también me lo creo porque me lo trago todo. Tenemos gente muy cualificada, con mucho talento, mucha ilusión y muchas ganas. Las condiciones nos perjudican un poco pero yo creo que con esfuerzo y talento todo se consigue y el resultado ahí está con el éxito de taquilla que está teniendo Justin.
¿Eres optimista sobre el momento que vive el cine andaluz, tanto de directores y actores de aquí que triunfan como de rodajes en la tierra?
Lo veo con muchas posibilidades, al igual que los actores de aquí, que cada vez hay más gente del cine andaluza. A veces, por suerte o por desgracia, la crisis agudiza el ingenio y la manera de reinventarse. Hay que seguir luchando por eso, no nos queda otra.
¿Te gustaría trabajar más aquí?
Bueno, me encantaría que surgieran más proyectos en Andalucía y en todas partes. Aquí hay miles de paisajes maravillosos para hacer muchas películas. Ahí está Paco León con ‘Carmina y amén’, también se rodó ‘Bambi’ (‘¿Quién mató a Bambi?’), Alberto Rodríguez también está rodando, en fin, que hay mucho movimiento. Bueno, y Ridley Scott, que se me olvidaba.
¿Algún director andaluz con el que te gustaría trabajar?
Con mucha gente y me gustaría que saliesen nuevos directores con nuevas formas de hacer cine pero no tengo a nadie en concreto, la verdad.
¿Qué tal te llevas con tu acento andaluz a la hora de trabajar?, ¿te han pedido muchas veces que lo neutralices?
Sí, claro. En la única que mantengo mi acento, aunque más cordobés, es en ‘La voz dormida’. También en las obras ‘¡Ay, Carmela!’ y ‘Hoy no me puedo levantar’, pero en la mayoría tienes que neutralizarlo y yo no tengo ningún problema. Nací en Valencia aunque me crié en Andalucía, y ese acento lo tengo escondido en algún lugar de la memoria. Tampoco es algo que me importe, cuando me lo piden lo hago, cuando veo que le va bien al personaje lo hago, pero a veces neutralizar el acento hace que te distancies un poco de ti y eso a veces es bueno. Cuando uno se oye hablar con un acento que no es el suyo es como salir de ti y acercarte más al personaje.
Cuando una se oye hablar con un acento que no es el suyo es como salir de ti y acercarte más al personaje.
Estudiaste interpretación en esta tierra..
Sí en Córdoba, fue maravilloso, de los mejores años mi vida. Cuando arranca todo y todo lo que sueñas y deseas empieza a estar delante de ti mientras tú aprendes las herramientas para poder trabajar. Estaba todo por hacer, por escribir y por aprender.
Todo en lo que participas es un éxito en cualquier medio. ‘Águila roja’ en televisión, por ejemplo ¿Recuerdas tu reacción la primera vez que leíste un guión de una serie llena de ninjas en la Edad Media?
Muy sorprendida como cualquiera que escuchó al principio de qué iba la serie. Pero es ficción y ahí se permiten muchas licencias y, fíjate, ha sido un éxito sin precedentes en televisión. Tenemos una media de casi cinco millones de espectadores.
¿Volverás a vestirte de ‘Ay Carmela’ sobre un escenario?
Ya la hemos terminado la gira en mi tierra, en Jaén. Ha sido un regalo tanto interpretar a Carmela como estar dirigida por Andrés Lima y compartir escenario con Javier Gutiérrez. He aprendido un montón. Así que creo que no.
¿Hay que bajar el precio del cine?
Hay que adaptarse a las circunstancias y buscar nuevas formulas para acercar el cine a la gente. Tenemos el ejemplo reciente de las salas colapsadas en La Fiesta del Cine, que ha demostrado que la gente sí quiere ir al cine.
¿Cuáles son tus planes profesionales a corto plazo?
En noviembre comienzo a rodar la nueva temporada de ‘Aguila Roja’ y también protagonizo la nueva película de Paula Ortiz, ‘La Novia’, una adaptación libre de la obra ‘Bodas de sangre’, de Federico García Lorca, cuyo rodaje está previsto que comience en abril próximo en Turquía.
Más bodas aún, ¿crees en el matrimonio?
(risas) ¿que si creo en el matrimonio? Pues yo qué sé, no me he casado nunca. Pero no soy yo muy de matrimonios, la verdad.