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Natalia de Molina: “Es mejor tener los ojos abiertos y cerrarlos cuando tú quieras”

La actriz andaluza debuta en el cine con ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, la última película de David Trueba, con la que está viviendo su particular cuento de hadas

Marta JiménezMarta Jiménez|San Sebastián@radiomarta
Ha sido su primera vez en demasiadas cosas. Primera película, primer papel protagonista y primer festival. Natalia de Molina lo está viviendo como si estuviera dentro de un cuento de hadas. Para ella, de 23 años, nacida en Linares, criada en Granada, con un año de bachillerato en Almería y la carrera de interpretación en la ESAD de Málaga, David Trueba ha sido una especie de rey mago.

La actriz ha aportado frescura a la deliciosa ‘Vivir es fácil con los ojos cerrados’, la última película de David Trueba que compite por la Concha de Oro en San Sebastián. Ella, que por su voz y su rostro podría pertenecer a la tipología de actriz que encarna María Valverde, vive estos días en Donosti con la emoción al borde de la lágrima teniendo que buscar de vez en cuando el aire en la terraza del María Cristina, justo igual que escapaba a ver el mar del Cabo de Gata durante el rodaje de la película.
Forjada en el cabaret burlesque en Madrid, donde ahora vive, Natalia hizo la prueba para el filme  con acento castellano y Trueba la descartó porque buscaba a una actriz con acento andaluz. Menos mal que tuvo una segunda oportunidad y el director le preguntó de dónde era. Así pudo sacar un acento que enamoró a Trueba de inmediato y a ella le hizo lograr el sueño que llevaba años persiguiendo: rodar una película. Y no una película cualquiera. Consciente de su suerte, en estos días todo resulta “mágico” para la joven actriz.
¿Cuántas veces te habían dicho que para conseguir un papel tenías que sacudirte el acento andaluz?
Muchísimas. Que había que pronunciarlo todo correctamente. No solo nos pasa a los actores andaluces, también a los canarios. Por ejemplo, Kira Miró habla perfectamente castellano. Es algo que debería cambiar porque la riqueza de España y de muchos otros países es la variedad de acentos, algo que da verdad a las cosas. Pero bueno, siempre está bien tener el acento neutral y si te lo piden, pues cambiarlo.
¿Pero a partir de ahora preguntarás, no?
(Risas) Intentaré enterarme antes de qué acento tiene el personaje. Aquí no leí que Belén (su personaje) era malagueña. Si lo llego a saber…Lo bueno es que él (Trueba) se quedara con aquello de que podría ser andaluza. Los grandes actores americanos que yo admiro trabajan mucho el acento y la voz y no les marcan tanto los directores como aquí. Pero bueno, tuve la suerte de que David quisiera volver a verme y pedirme que lo hiciera en andaluz. Ha sido todo muy mágico.
¿Es tan buen tipo David Trueba como parece?
Sí. En su caso las apariencias no engañan. Es una persona súper tranquila, sabe lo que quiere, te trata muy bien. Es amor. Es una persona muy entrañable y me encanta que me hable porque aprendo muchísimo. Pero en general todo el equipo ha sido muy buena gente. Yo no sé si serán así todos los rodajes, pero ojalá. Ha sido como estar en familia.
Dime una enseñanza que hayas aprendido de él…
Estaba muy asustada con mi primer papel protagonista y había demasiadas cosas que no controlaba, así que temía que tuvieran que parar escenas por mi culpa. David lo que me ha enseñado es a despreocuparme, que mi trabajo es disfrutar, que juegue y que si hay algo que repetir, se repite. Logró quitarme esa presión que tenía de estar entre grandes profesionales y sentir que por mi culpa un día de rodaje se viera afectado.
¿Y de Javier Cámara?
¡Que es un monstruo! Me lo he pasado bomba. Es un actor que dos segundos antes de empezar una toma, con la claqueta, está haciendo tonterías para que nos riamos todos y dicen acción y se transforma. Sólo con mirarlo y oírlo y ver cómo trabaja he aprendido tanto… Además, es súper generoso, me ha ayudado muchísimo. Ha sido un gran maestro. Había una secuencia que me daba miedo porque se iba a ver realmente a la Belén más débil. Él me tranquilizaba dándome un abrazo antes de cada toma y me decía: “tú déjate, que las grandes tienen que hacer 20 tomas muchas veces”. Es muy buena persona.
En la película tarareas una canción, ¿te sirvió tu etapa de cabaret?
Pues eso no me dio miedo porque era una cosa muy sutil, si no otro día que David me pidió que me aprendiese ‘Strawberry fields’ para cantarla con Javier tocando la guitarra y tener ese recuerdo del rodaje. Yo estaba muy cagada porque estaba todo el equipo delante y aunque cante y haya estudiado canto, no me considero cantante y me daba mucha vergüenza. Aun no la he visto (esa secuencia no está en la película).
¿Y lo de bailar el twist?
Eso fue muy divertido. No estaba en el guión esa secuencia y un día de reunión David nos dijo a Francesc y a mí que íbamos a bailar un twist y que teníamos que improvisar. Yo estuve mirando videos que me había mandado David. Hubo otra secuencia improvisada que además fue en mi primer día de rodaje y me lo dijo en el momento mismo de rodaje. Yo que estaba cagada, era mi primer día y me pone a improvisar en una secuencia, pues me salió urticaria y todo. Pero luego no fue nada, una secuencia de sólo unos segundos.
Tu otro compañero de rodaje, Francesc Colomer, debutó siendo aun más joven que tú en ‘Pa negre’…
Sí, me contó un poco su experiencia. Tenía 11 años y lo cogieron de un casting en su colegio pero al ser tan pequeño lo vivió todo como que no se enteró mucho. Yo, sin embargo, llevaba muchos años luchando, haciendo muchas pruebas, me han dicho muchas veces que no, tanto que a veces me decía a mí misma que a lo mejor no tengo que dedicarme a esto, pero por otro lado me decía que sí, que amo esto. Y que el sí haya sido esta película hace que haya merecido la pena el luchar (se emociona). Lo vives con mucha felicidad.
¿Qué puertas crees que te abrirá este papel?
Por ahora no me ha abierto ninguna pero ojalá que me salga trabajo y haga más películas y me hagas más entrevistas. La situación está regular y no sé que pasará. Yo ya he cumplido mi sueño de hacer una película, una gran película, porque la considero así.
¿Te acompaña tu familia en el Festival?
Sí, mi madre. Y al estreno ha venido el resto, incluido mi tío actor Pepe Quero (de los Ulen) para ver la película. Es un día como de princesa. Mi padre es beatlemaniaco, tenía un grupo de amigos y cada uno era un Beatle, así que la película gire en torno a John Lennon y que se haya rodado en Almería ha sido tan mágico…
¿Has escuchado mucho a los Beatles durante el rodaje?
Claro. Y a John. A John Lennon lo he escuchado muchísimo. Mi banda sonora mental tenía que ser esa.
¿Tienes algún lugar favorito del Cabo de Gata?
Hay tantos y tan bonitos todos. Hubo un día que tenía descanso y me fui a andar cerca de donde estábamos, en Rodalquilar. Me perdí por un camino y llegué a una cala muy chiquitita que me pareció preciosa y en donde no había absolutamente nadie.
¿Vivir es fácil con los ojos cerrados?
Es más fácil vivir con los ojos cerrados, pero creo que es mejor tenerlos abiertos y cerrarlos cuando tú quieras. Hay que abrirlos para saber cómo son las cosas y para que no te engañen. Tener la capacidad de decir esto quiero verlo y esto no, la capacidad de lección entre sueño y realidad.

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