Es el mito bíblico de David contra Goliat el que mejor ilustra esta hazaña
En los cines de la ciudad proyectaban Batman vs Superman: el amanecer de la justicia ,la tarde que se anunció que el Cabildo devolvería el nombre Mezquita al templo al que nunca debió quitárselo. Dicen los expertos en cómic que la de los superhéroes es, en realidad, “una historia pagana de judíos, musulmanes, cristianos y un carpintero”. La que enfrenta a Batman, el caballero oscuro, contra Supermán, quien simboliza la luz y es considerado como un héroe de la moral. La otra historia, la que no tiene viñetas, es la de una iglesia que ascendió en Córdoba a los más altos niveles del poder político, económico y social hasta el año 2010. Un poder que intenta seguir manteniendo y al que le acaba de rozar una piedra tirada con honda por la ciudadanía.
Es el mito bíblico de David contra Goliat el que mejor ilustra esta hazaña. Quien desee creer que la jerarquía eclesiástica cordobesa ha estado dos años repensando la imagen de marca de la Mezquita y nada ha tenido que ver que en febrero de 2014 apareciese una plataforma ciudadana que reclamaba devolverle su verdadera esencia al monumento –entre otras cosas–, es muy libre de hacerlo. Faltaría. Pero la evidencia brilla por su elocuencia. Este movimiento activista nació para defender un patrimonio que estaba siendo agredido. Lo que le acabó llevando a denunciar una degradación de la democracia: la reforma de una ley que permitía a la iglesia quedarse con bienes de dominio público o la incapacidad de las administraciones públicas para velar por un patrimonio del que son responsables.
En un camino lleno de sinsabores (en una comunidad de tamaño medio, la influencia de una élite religiosa resulta muchas veces asfixiante) duele más el “silencio de los buenos” –o su voz baja– que las campañas de desprestigio. A los que insisten en que es mejor aparcar el activismo ciudadano a favor de Córdoba, como si el culpable fuera quien denuncia los atropellos, hay que indicarles que este renovado poder ciudadano se ha convertido en criptonita azul para muchos. La misma que hacía más fuerte a Supermán.