Jesús Alcaide, comisario de la exposición y artífice del paseo por la Córdoba de Egea en este reportaje, posa ante la trama geométrica del edificio Eurosol | ÁLEX GALLEGOS

A Tomás Egea la inspiración siempre lo pilló dibujando. Y a pie de calle. Por eso su “gran revolución” fue que sin perder el valor del arte hizo que, de forma invisible, la ciudadanía, fundamentalmente la cordobesa, se nutriera de lo contemporáneo y se lo llevara a su experiencia personal en opinión de Jesús Alcaide, comisario de la exposición Tomás Egea 1933-2018 abierta en la sala Vimcorsa hasta el 26 de agosto.

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