El escritor y cineasta Santiago Aguilar rinde un documentado homenaje a la comparsería teatral y la figuración cinematográfica en la novela `El mundo es un buñuelo’
Cándido Acevedo sabe adonde va. El protagonista de El mundo es un Buñuelo, la reciente novela de Santiago Aguilar publicada por Bandaàparte, tiene claro su camino a pesar de pertenecer a una compañía de teatro itinerante muy similar a la de El viaje a ninguna parte de Fernán Gómez. Actores que ruedan por los caminos llevando el arte dramático y la cultura a los pueblos olvidados de nuestra patria pero, a diferencia de La Barraca, con el yugo y las flechas bordadas en el mono azul. Esos trabajadores del arte ante los que don José Isbert se quitaba “la tapa del cráneo”.