Uno de los grandes misterios sobre la figura del poeta, aparte de desconocer donde fue enterrado su cuerpo, es el no haber escuchado aun su voz
En otoño de 1930 el periodista Rodolfo Gil Benumeya realizó a Federico García Lorca una de las entrevistas más inteligentes e intuitivas de las que se le hicieron nunca al poeta. Federico acaba de llegar a España tras su primer periplo por América – el de Nueva York y Cuba-, y entre otras muchas cosas, Lorca se extendió sobre lo que para él significaba ser granadino y andaluz: “Yo creo que el ser de Granada me inclina a la comprensión simpática de los perseguidos. Del gitano, del negro, del judío,…del morisco que todos llevamos dentro”.