Columnismo

Desde aquí se puede criticar a los notables y dibujar la ciudad en la que a una le gustaría vivir

Basa. Cuando a George Orwell le ofrecieron una columna sobre literatura y vida en el Tribune , en diciembre de 1943, celebró su deliciosa libertad titulándola A mi gusto . Entiendo su alegría porque la columna es el género insuperable del periodismo: posee basa, fuste y capitel, con miles de variaciones a partir de esa estructura. Se puede retorcer como una columna salomónica o adosarse como una pilastra. Todo es posible entre sus líneas. Lo mejor es que permite la opinión del autor, exige economía del lenguaje, mientras se escribe siempre descubre un truco o una nueva trampa y bajo su superficie, subyace un arte siempre inalcanzable.

Fuste. «Cada uno está en el lugar en el que se ha colocado a sí mismo», dice el columnista en castellano que más admiro, Juan José Millás. En estas páginas –pero de otra sección, la de Cultura– empecé a instalar mis columnas hace ahora cuatro años, lo que lo convierte en mi lugar de papel. Tras un exilio voluntario de muchos meses, por falta de la mundanidad y la exploración necesarias para coger el cincel –o teclado–, he vuelto a sentir la llamada, por mucho que cuando el editor te comunica que sobran líneas para que el texto cuadre, sientas que sobra todo incluida tú misma. Y es que una columna también te hace humilde.

Capitel. El desenlace de este primer capítulo de la nueva temporada debería ser el por qué. Es sencillo: porque escribir me hace parar a pensar. Nunca cuando debería, claro, solo cuando camino con el perro, friego los platos o alguien llama por teléfono, pero las ideas son tan libres como las columnas. También porque desde aquí se puede criticar a los notables y dibujar la ciudad en la que a una le gustaría vivir. En realidad, lo mejor que puede ocurrir es que estas columnas les lean a ustedes. Que abunden en ellas seres fascinantes, hechos alentadores y risas. Porque aunque casi siempre se pierda, siempre nos quedará el optimismo. Así que gracias por (volver a) rodear esta columna.

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