Santiago Auserón y la Orquesta de Córdoba transforman en sinfónicos clásicos de Juan Perro y Radio Futura en una noche de sonoridad poética
“Disfruta del evento, amable espectador, tal y como yo mismo pienso hacerlo”. No tenía fácil Santiago Auserón cumplir el deseo que escribía en el programa de mano de Vagamundo, el concierto que protagonizó anoche en el Gran Teatro vistiendo sus versos de sonoridad sinfónica junto a la Orquesta de Córdoba. La empresa era arriesgada. Mucho. Pero se antojaba como una bifurcación más en el riquísimo camino de un clásico popular. Un músico explorador que ha sabido respetarse a sí mismo durante treinta años. Y vaya si disfrutó sin disimulo de un concierto en el que dejó una nueva estela sonora. Tanto, como las “señoras y señores” del respetable entre los que desató las mismas pasiones que si hubiese venido con bajo, guitarra y batería.