El jueves plantamos micrófonos en el barrio del Cerro para hablar sobre la parte alta del Sector Sur. Nuestro particular oeste de Baltimore. Tras dos horas de palabras a pie de calle, saboreamos la acidez de nuestros prejuicios sobre una zona de la margen izquierda del Guadalquivir que simplemente conocemos mal. Por ejemplo, supimos que la droga y la delincuencia no son sus problemas, sino las consecuencias del paro y la falta de educación.
Con respecto a la droga, un cura obrero, Juan Perea y una ONG superviviente, Encuentro en la calle, ambos con actuación en la calle Torremolinos, nos dijeron que ni de lejos ese es el lugar donde se vende más droga de Córdoba y que la que se compra en sus esquinas ni siquiera posee buena calidad. Pero nada de eso importa, allí las redadas quedan mejor y tienen toda la parafernalia para que la sociedad bienpensante viva feliz en su ignorancia.
Aunque en aquel día de...