El fotógrafo Manuel Muñoz fotografía los lugares secretos del grupo Cántico en la década de los 50, rincones entre Trassierra y el Guadiato en el proyecto Paisajes confidentes aún no expuesto en Córdoba
Existe un vergel en el corazón de la Sierra Morena cordobesa conocido como El Bejarano, cuyo paisaje actual dista muy poco del bucólico bosque que presentaba a final de los años 40. Se trata de la foto casi fija que posee la naturaleza y aunque ahora en el lugar existen más cercas y más basura, su esencia natural y estética sigue siendo la misma. La cordobesa afición de ir al campo llevó al fotógrafo y pintor Manuel Muñoz (Córdoba, 1965) a hacer una ruta senderista por estos parajes con sus compañeros, profesores del instituto Alhaken II de la capital, en donde él imparte clases de dibujo. Fue una profesora de Literatura, Encarna Madrid, la que le reveló que aquel lugar había sido “espacio de confidencias entre compañeros” del Grupo Cántico en los años cincuenta, quienes pudieron alejarse de vez en cuando del plomo de la ciudad para respirar el verde paradisiaco y oculto de su sierra.