blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

RETRATOS


Un retratista del FBI ha demostrado que las mujeres se ven menos bellas de lo que en realidad son. El experimento pertenece a la campaña de publicidad de una marca cosmética en donde dicho retratista hace primero un retrato a ciegas, basado en cómo se describe la retratada, y luego otro desde su propia mirada con la mujer posando para él. El resultado dice mucho de las pautas de autoestima femeninas, pero no entraré en ese jardín si no en otro. Si dicho ensayo lo extrapoláramos a cómo ven los habitantes sus ciudades, a Córdoba, por barrer para casa, sin detenernos en su surrealista salón de plenos o en sus casposos poderes fácticos si no en su vida cultural, ¿qué clase de retrato proyectaríamos?

Mucho me temo que el resultado diferiría bastante de cómo nos ven desde fuera. Y es que pesa toneladas el hecho de estar más condicionados de lo que creemos por factores externos, además de que la comparación con lo que ocurre en otras ciudades no solo nos influye, si no que nos arrastra. Y todo apunta al maldito centralismo cultural como culpable.
Pongo un pequeño y cruel ejemplo de cómo se fomenta el daño a la autoestima cultural de cualquier ciudad. Aun ocurre que las obras teatrales suelen estrenarse en las “provincias” (aborrecible término) para llegar a Madrid y Barcelona ya rodadas. Una manera de considerar al espectador de estos lugares de segunda o de tercera regional, por supuesto. Esto es extensible a otros campos culturales que llevan a lo mismo: a que lo mejor solo ocurre en   las ciudades elegidas. Un anacronismo en unos tiempos de trama cultural diluida. Hoy cualquiera puede hacer cualquier cosa en cualquier lugar con similar impacto a si lo hiciera en un centro cultural. Quién mejor expresa el desprestigio de la cultura es el sociólogo Bauman que alude a la búsqueda de la identidad como la tarea y la responsabilidad vital del sujeto, y esta empresa de construirse a sí mismo constituye la última fuente de arraigo. Así que automirémonos como merecemos.