Erase una mujer a una peineta pegada, érase una peineta superlativa, la peineta infinita que nunca para de evolucionar. Martirio nació con la llegada de la primavera, justo el Día de la Poesía. Por eso vino el sábado a cantar a poetas iberoamericanos a Córdoba. A rendirse ante el amor profundo, el amor ardiente, el amor tirano, como decía Góngora. El teatro que lleva el nombre del poeta a una nariz pegado sirvió de caja acústica y decorado para la cantante onubense. Aunque el verdadero amor, al público, a las canciones y a la vida lo regaló ella en plena jornada de reflexión.
FUEL POLÍGONO
Qué te parece Fuel Fandango, pregunto a mi acompañante al concierto camino de Chinales. “Una cosa mu rara”, responde. El sabio adjetivo sintetiza una conquista sonora. La invención de un sonido nuevo –¡en estos tiempos!– que conecta a una coplera soul con bases electrónicas de gran finezza . Escucharlos es dejar que la vida te sorprenda y verlos en concierto un escalón más. La gasolina de su directo volvió a repostar el viernes en la tierra de Nita, el fandago de este fuel, con un concierto en la sala Metrópolis en el que el nervio de su puesta en escena compensó los nervios de un sonido problemático. Misterios indescifrables de la tecnología.
ARIZONA BABY
Confieso que sucumbo cada vez que escucho la suntuosa voz de Howe Gelb en el ‘iPod’. Proclamo que me pareció un buen augurio que hace dos años el norteamericano, acompañado de una ‘Band of gypsies’, presentara en la Posada del Potro su experimento “Alegrías” –una nueva mutación del flamenco ‘made in Córdoba’, transición entre tradición y evolución-, llenando con su voz un futuro centro del flamenco aún vacío. Nada es casualidad. La antigua posada está situada frente a la que fue casa de Julio Romero, pintor del cuadro que ilustra y da nombre al trabajo más andaluz de Gelb. El músico cerró el círculo el pasado jueves poniendo el punto y final a su gira internacional en un helado teatro Góngora (los recortes parecen haber llegado a la calefacción de los espacios municipales) que caldeó con palmas, guitarras y con los mordiscos de su voz.
GÓTICO NAVIDEÑO
El gótico cordobés fue humanista. Por la tardanza en llegar y fundamentalmente, por el peso de una historia plural y multicultural en la ciudad. Sabido esto, el hecho de sumergir la Iglesia de la Magdalena en las aguas de un indiepop cándido y navideño, se nos antoja tan ilustrado y abierto como, salvando las leyendas del tiempo, llenar de elementos mudéjares un templo cristiano del siglo XIII.