Fotografía del proyecto ‘Existenz’ de Begoña Zubero, ganadora del primer premio Pilar Citoler y expuesta en la sala Puerta Nueva en 2006.
La que durante diez años ha sido sala de arte contemporáneo se recicla en espacio de coworking y comedor de la Facultad de Derecho | El comisario de arte Jesús Alcaide y el artista José María Báez lamentan el cierre
La mesa de reuniones de la sala principal de la Stasi. Una tenebrosa fotografía de las dependencias de la policía secreta de la Alemania del este, como espacio extraordinario y estremecedor de la historia del siglo XX, ganó el I Premio Pilar Citoler en 2006. Convocado por la Universidad de Córdoba y la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, aquella primera y prestigiosa edición premió a la bilbaína Begoña Zubero por una imagen “situada entre lo expresivo y lo documental” que se pudo disfrutar en la Sala Puerta Nueva. Este espacio, dedicado a la creación contemporánea desde 2004 hasta ahora, mantenía últimamente sus constantes vitales a duras penas y todo apunta a que pasará a mejor vida este curso que comienza.
Según un acuerdo de la junta de facultad de Derecho del pasado junio, “se le va a pedir al Rectorado que no renueve el convenio con la Fundación Botí para que este espacio vuelva a formar parte de la Facultad de Derecho”, indican fuentes de la Universidad de Córdoba. La idea es destinar la sala de exposiciones “a un espacio de coworking y a comedor”, según han confirmado las mismas fuentes. En 2004, la UCO firmó un acuerdo con la Fundación dependiente de la Diputación de Córdoba, fruto del cual el espacio se convirtió en escenario de una intensa actividad relacionada con la creación contemporánea que ha durado una década. Además, este año el Ayuntamiento pretendía sumarse como institución a la gestión del espacio y contar así con la sala en el circuito municipal. Pero por ahora el Rectorado calla, lo que para muchos significa que otorga a los deseos de la Facultad.
“Lo más lamentable es que sea la Universidad quien no apueste por la creación contemporánea”, opina el comisario de arte Jesús Alcaide, “y dice mucho de los cambios que puede haber en la UCO”, añade. Alcaide, quien comisarió tres de las decenas de exposiciones que se han programado en la sala -las colectivas Rock my illusion yDesdibujados y la individual dedicada al pintor Rafael Agredano- está convencido de que la sala Puerta Nueva “colocó Cordoba a nivel nacional como espacio de referencia de arte contemporáneo”. “Por tener una sala con programación continuada y a artistas nacionales e internacionales combinados con los locales”, explica. De hecho, muchas de las publicaciones editadas al calor de la exposiciones de la sala se encuentran hoy en centros de arte nacionales e internacionales.
El cordobés José María Báez, el último artista en colgar una exposición individual en la sala Puerta Nueva, deja claro que cuando defiende una institución cultural “no pienso en mí, pienso en la ciudad y en las actividades que se generan para el bienestar y el desarrollo intelectual de la colectividad”. No obstante, el pintor afirma “comprender la decisión” de la Facultad porque el espacio estaba “abandonado” y va más allá asegurando que el cierre de la sala “evidencia la falta de ambición y de ilusión de toda la ciudad”. También compara “la falta de modelo de ciudad” de Córdoba con el de Málaga. “El PP malagueño está manteniendo espacios culturales muy variados, así que no se trata de una cuestión de siglas”, explica Báez antes de pronosticar que “cuando una institución se cae, se van cayendo todas”.
Para Alcaide, el cierre de Puerta Nueva y el mapa de salas dedicadas al arte contemporáneo que se dibuja en la ciudad “significa retroceder 20 años”. Esto le resulta curioso al comisario cuando hace tan solo cuatro años “la cultura contemporánea iba a fundamentar el futuro económico de la ciudad , según el documento de la Capitalidad”. Asimismo, lamenta “que todo se desmantele”, aunque le quede un rayo de esperanza gracias a las nuevas iniciativas que surgen fuera de las instituciones, “como por ejemplo la sala CoMbO”.
En la foto que encabeza este texto su autora quiso retratar “el alma” de esos siniestros espacios pertenecientes a momentos sociales y políticos llenos de sombras; la luz que arrojaron las obras que temporalmente habitaron en Puerta Nueva forman ya parte de la atmósfera de la Facultad de Derecho. Y nadie podrá quitar a los espectadores lo que vieron sus ojos y escucharon sus oídos. Aunque solo fuese una ilusión.