Cruzar el patio y entrar en la casa del artista y pensador José María Báez, la que comparte con su mujer y también artista Dorothea Von Elbe, es muy parecido a hacerlo en cualquier templo particular. Allí, en el comedor, están nombrados sobre el muro, con la tipografía característica de su obra pictórica, los dioses de la casa: Malevich, Palermo, Nolde, Sánchez Cotán, Rothko y Schlemmer.
Las palabras deben mirarse, no escucharse
Eulalio Fernández (decano), José María Báez y José Álvarez en la inauguración de ‘Todo es representación’ en la escalera barroca de Filosofía y Letras| MADERO CUBERO
José María Báez inaugura la temporada de las Galerías del Cardenal Salazar llenando de palabras la escalera barroca de Filosofía y Letras| El artista aprovecha para reivindicar el arte en “tantos espacios sugerentes” de la ciudad
El Cardenal Salazar está un poco menos solo. Lo rodean las palabras, la geometría y el color de la obra de José María Báez (Jerez de la Frontera, 1949) en la barroca escalera del antiguo hospital de agudos, hoy Facultad de Filosofía y Letras, y en donde un enorme lienzo retrata al prelado. Todo es representación inaugura el tercer curso de las Galerías del Cardenal Salazar, un proyecto que ahora dirige el profesor José Álvarez. Comprobar como se ha ajustado la obra a un espacio concreto y el papel activo que ha tenido en la muestra la base de esa Facultad, sus alumnos, hace pensar que, inevitablemente, este curso promete.
Puerta Nueva: hola ‘coworking’, adiós arte contemporáneo
Fotografía del proyecto ‘Existenz’ de Begoña Zubero, ganadora del primer premio Pilar Citoler y expuesta en la sala Puerta Nueva en 2006.
La que durante diez años ha sido sala de arte contemporáneo se recicla en espacio de coworking y comedor de la Facultad de Derecho | El comisario de arte Jesús Alcaide y el artista José María Báez lamentan el cierre
La mesa de reuniones de la sala principal de la Stasi. Una tenebrosa fotografía de las dependencias de la policía secreta de la Alemania del este, como espacio extraordinario y estremecedor de la historia del siglo XX, ganó el I Premio Pilar Citoler en 2006. Convocado por la Universidad de Córdoba y la Fundación Provincial de Artes Plásticas Rafael Botí, aquella primera y prestigiosa edición premió a la bilbaína Begoña Zubero por una imagen “situada entre lo expresivo y lo documental” que se pudo disfrutar en la Sala Puerta Nueva. Este espacio, dedicado a la creación contemporánea desde 2004 hasta ahora, mantenía últimamente sus constantes vitales a duras penas y todo apunta a que pasará a mejor vida este curso que comienza.