blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

GUIRIGAY


Permítanme el sinónimo entre titular y nombre de la columna porque la semana ha sido de traca. Primero, porque ya tenemos ‘Guiribús’ (término mangado a mi colega Manu J. Albert), esa promesa electoral del PP cordobés hecha realidad en la única ciudad sin aeropuerto en la que los autobuses rojos circulan panorámicamente.Y teniendo ‘guiribús’, ¿quién quiere un aeródromo? El bus circunvala la cáscara del casco –más adelante habrá rutas ‘intimas’ en microbuses por la medina y la Axerquía– en un recorrido en el que el hotel oxidado se convierte en nuestro particular edificio Chrysler y el parque de Colón en nuestro (mini) Central Park. Eso sí, en New York matarían por esa Malmuerta, esa muralla del Marrubial o esa iglesia de San Lorenzo por mucho aeropuerto JFK que tengan.
Pero a Medina Azahara no llega el dichoso autobús con la alegría que le hubiesen dado a su recién estrenado director. Lo están estudiando, naturalmente, porque no está nada claro llegar en autobús descapotado al conjunto arqueológico. Eso sí, llegar al Parque Joyero, tan bonito y turísticamente valorado, por supuesto. Pero mucho mejor, así todos los turistas se los lleva el Cabildo. Lo ha expresado muy bien Moreno Calderón esta semana en el Pleno, aunque hablando de otra cosa: “la cultura se estropea cuando se politiza”.Lástima que sus compañeros de partido le hagan tan poco caso a un concejal cuyo (buen) hacer ha levantado el único consenso en lo que llevamos de corporación. Una gestión que ha tenido que elaborar encaje de bolillos para justificar ante la caverna la venida de gentes de la cultura de “ideología contraria” ¡Con la de intelectuales y artistas de derechas que hay!
Y hoy, viernes dolorido, aún recogen la caspa que dejó la Gala de los patios en el Teatro Góngora. Pobres patios. Si ante la indefinición de su concurso y los claveles y las escabechinas de sus asociaciones les quedara algo por pasar, ahora dice el ministro Wert que vendrá no solo a visitarlos sino también a impulsarlos ¿Hacia donde? Feliz semana de cornetas y tambores.


TEJIENDO


Knitting es como ahora se le llama a lo antes conocido como hacer punto. Hará unos 25 años se solía tejer en casa, en la clase del colegio de monjas o con tu madre y sus amigas o con tu abuela y las vecinas. Luego pasó de moda pero ni antes ni después, jamás, vi a un hombre sostener las agujas del dos ni de ningún otro tamaño. Solo coincidías con las que como a ti se les presuponía ese deber femenino, que eran la mayoría, en alguna de las muchas tiendas de Lanas Igso (que en paz descansen). El llamar ahora en inglés a esto de hacer punto o ganchillo no es una frivolidad, sino un deseo de alianza ciudadana: el de tejer de puertas hacia fuera abandonando la mesa camilla de siempre, con el objetivo de entretejer redes que vayan más allá de bufandas y llenen de colores nuestras calles.
El movimiento urban knitting es global y reivindica lo estético y lo femenino a través de la calle. Llenando plazas, rincones, casas y elementos ciudadanos de sorpresas, ya que cualquier cosa puede ser tejida: desde una reja en una ventana hasta un autobús, pasando por una estatua, un banco, un árbol o una farola. Esta tarde de 8M la versión cordobesa de dicho movimiento se presentará en la especial plaza de Jerónimo Páez, y vestirá con lana el árbol que da sombra al Museo Arqueológico. Quien quiera podrá abrazar el árbol y atar a él su deseo de igualdad en medio de toda una acción ciudadana.
Desde las tres de la tarde sucederán cosas bajo ese árbol. A él se llegará por un “camino de igualdad” y en torno a él se visibilizaran a mujeres invisibles y se rodeará de teatro, pintura, poesía, música y danza. Es curioso cómo los malos tiempos están construyendo en la ciudad la red cultural que nunca tuvimos en los tiempos de prosperidad. Y si algo está sorprendiendo a este colectivo nacido para sorprender es la participación, el compromiso y la generosidad de la mucha gente que lo va hacer posible de forma desinteresada. Permítanme cerrar atando a esta columna mi deseo de igualdad (que es prestado de mi amiga Itziar): “el futuro será feminista o no será”.

DESPUÉS DEL DILUVIO




Una ciudad no puede sentirse fracasada, al menos culturalmente, cuando a partir de la semana que viene colgarán de sus paredes fotografías de Marina Abramovic y de Robert Mapplethorpe. Discrepo del Vicerrector Torres -que se refería con fracaso a la marcha de la colección Citoler-  por el carácter histórico e indiscutible que tendrá la Bienal de Fotografía 2013. Un acontecimiento-catarsis que nos concederá durante dos meses la sensación de flotar entre los restos del naufragio, llevándonos a la irrealidad y a provocando nuevas sensaciones en el espectador. En Afoco, padres de la cita bianual, siempre han dicho que Córdoba tiene una gran imagen latente y creo que llevan razón: poseemos mucho material invisible que debería descomponerse y revelarse para darnos las claves del desastre. Pero volvamos al arte.
Me muero por entrar en la cocina de la serbia Marina Abramovic, una referencia del arte contemporáneo, que estará en su espacio adecuado, la Iglesia de la Magdalena. ‘The Kitchen’ es el centro de su mundo infantil y del enfado con el poder divino textos de Santa Teresa de Ávila mediante. De allí a Vimcorsa, anfitriona del erotismo clásico de Robert Mapplethorpe, cuyo ‘Portfolio’ se intuye como un efecto llamada para espectadores de fuera por las escasas veces que la obra de dicha celebridad se ha visto en Andalucía. En esta sala también habrá movimiento con una videoinstalación de Jesper Just. Un anónimo espectáculo que contrasta con la oscura y fragmentada obra de Pierre Molinier en la sala Iniciarte. Y eso tan solo en la sección oficial.
Aplaudo también la construcción de la sección paralela, democrática y masiva, con 93 propuestas de las que han salido 7 exposiciones. Y en la Bienal Off , las  salas privadas de la ciudad arrimando el hombro, más un foro de expertos en abril que afinarán miradas y criterios. Así que con este inminente horizonte prefiero pensar que las cosas se pueden hacer muy bien de otra manera antes que recrearme en el fracaso. Justo lo que le deseo a la recién anunciada cátedra universitaria de Arte Contemporáneo. Ya que después del diluvio previsto para el arranque de la Bienal, solo podremos florecer.

DIBUJOS ANIMADOS




Vivimos en un territorio extravagante. Lleno de rarezas sorprendentes además de ridiculeces. De esto último tenemos vodeviles para llenar una serie de varias temporadas, versión cutrelux de Los Soprano. De entre las extravagancias más honorables, sorprende que sin haber demasiada cultura cinematográfica en nuestra provincia, casi todos los años haya profesionales con acento de la tierra candidatos a los Goya. Misterios cordobeses.
Un segundo misterio es el de la Escuela de Arte Dramático Miguel Salcedo Hierro, donde se formó, por ejemplo, la jienense Inma Cuesta pero que no pisaron ni Fernando Tejero ni Macarena Gómez. Sus antecedentes se remontan a finales de los años 40 y por tanta solera, no me explico ni la escasez de compañías teatrales en la ciudad ni los insuficientes hábitos culturales que ha generado dicha Escuela en comparación con cuánto nos luce cualquier acontecimiento. Pongo un ejemplo. Antecedente: desde finales de los 90 se han celebrado foros de cine de animación en Córdoba que más tarde devinieron en el desaparecido Festival Animacor. Resultado: el domingo habrá presencia cordobesa en dos películas animadas que optan al Goya.
Una es ‘El corazón del roble’, cuyo guionista, Antonio Zurera, alma precisamente de Animacor, es  finalista al Goya por quinta vez (lo ganó por la primera, Dragon Hill, en 2003). En esta ocasión lo tiene difícil por culpa de Tadeo Jones, sin embargo, el corto de animación en 3D ‘Alfred y Anna’ parte como favorito en su categoría. En esta comedia romántica participa la Universidad de Córdoba a través del CITeC, el Centro para la Innovación Tecnológica en Contenidos Digitales, que ha puesto en este proyecto su pica en una futura industria de animación andaluza. En otra dimensión, también hay quien anda montando ambiciosos proyectos de animación y cómic en Córdoba, trabajando desde el garaje de casa y haciendo fluir la necesaria parte underground de toda industria artística que se precie. Me juego un Goya a que Animacor tuvo mucha culpa de todo esto. Imaginen adonde podríamos llegar si continuase.