blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

¿TURISMO CRISTIANO?


























Hay un dato que me da que no es como nos cuentan: Uno de cada cuatro turistas que visita Andalucía lo hace por motivos religiosos. Si es así, cuándo una neoyorquina me pregunta si merece la pena visitar la iglesia de San Lorenzo, ¿significa que quiere ir a misa? O si un señor con barba y habla argentina me aborda en la Puerta de Almodóvar pidiendo que le indique dónde está la Sinagoga, ¿debo entender que busca a un rabino? Entonces, los que se dirigen a la Mezquita a secas, ¿quieren postrarse ante el mihrab? Hoy termina Fitur, una feria a la que Córdoba ha llevado su oferta en turismo cultural, religioso, familiar y gastronómico. Y yo entiendo todo menos lo religioso.


Parece que nuestro Ayuntamiento ve muchas posibilidades en captar la atención del turista que viaja en familia y el que lo hace con un trasfondo religioso. Pero aquí hay que tirar de hemeroteca y recordar que el gobierno popular no ha inventado nada. Se les adelantó la católica Rosa Aguilar, en enero de 2009 y en su último Fitur como alcaldesa, intentando atraer a familias unidas, o no, de forma religiosa a Córdoba. La diferencia entonces era que se incluía el término intercultural en el diseño de la proyección turística. No quedaba otra siendo esa la seña de identidad del ‘dossier’ que Córdoba redactaba para ser Capital Cultural de Europa. Pero una vez roto el sueño europeo, la idea de convertir a la ciudad en escenario de un diálogo entre civilizaciones se ha dinamitado desde la base. Volviendo a la esencia cristiana.

Al final va a llevar razón Julio Anguita cuando afirma que estamos asistiendo a un ‘revival’ católico “de lo peorcito de la historia de España”. Pero en realidad, es algo que no pasa de lo superficial por muchas procesiones que haya habido en nuestro pabellón de la feria. En lo turístico y en Córdoba, sigue tirando más El Churrasco que la imagen de Jesús de Calvario.