blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

CELULOIDE

Eduard Fernández y María Morales en una escena de ‘Todas las mujeres’

En esta semana de desastres sobre capiteles y capitales culturales, por no citar demás dramas y tragedias, solo se me ocurre apagar la luz y que me iluminen algunas películas. Soy consciente de que con nuestro cine nunca seremos capital de nada -aclaro que “nuestro cine” no existe- y que tampoco habrá expolio cinematográfico porque no se puede saquear lo que se ignora.
Pero como Dios aprieta pero no ahoga, Córdoba ha logrado encender algunas lucecitas de celuloide durante el Festival de cine español de Málaga. La primera la prendió el martes Marisol Membrillo, protagonista femenina de la película de El Terrat, ‘Somos gente honrada’, en el rol de ama de casa y esposa de Paco Tous. La actriz hace un trabajo lleno de verosimilitud y matices en esta comedia dramática sobre paro y cocaína. Pero la gran sorpresa nos la hemos llevado con María Morales interpretando un papelón en la maravillosa ‘Todas las mujeres’ de Mariano Barroso, fuera de concurso, donde se mide de tú a tú con el gran Eduard Fernández. Un detallito: ambas actrices se formaron en la ESAD de Córdoba.
Por último, la provincia ha estado presente como escenario de cine en ‘La Mula’, que más allá de las localizaciones y el acento de Mario Casas y María Valverde, esta última con habla cordobesa, la película antes dirigida por Michael Radford está ambientada en la batalla de Valsequillo (enero del 39), una de las últimas de la Guerra Civil. La historia que cuenta, lejos de sectarismos, es sencilla y universal: la de un soldado en el frente de Córdoba. La película posee una triste intrahistoria más allá del abandono de su director, con paralizaciones y acusaciones de censura al gobierno de Zapatero por el hecho de contar la historia, que bien podría ser la de nuestro padre o abuelo, de un cabo del bando nacional. Un asunto lamentable que ha vuelto a recordarnos lo lejos que aún estamos de cerrar heridas y lo vigentes que continúan las dos españas.

La guerra civil de nuestros abuelos

Secun de La Rosa y Mario Casas entre el cielo y el mar de Málaga


Michael Radford y las dos Españas planean sobre el estreno malagueño y a concurso de la anónima ‘La Mula

De nuevo las dos Españas. Ese sentimiento ha traspasado la pantalla, la cinematográfica e incluso la literaria, en el pase malagueño y a concurso de ‘La Mula’, la película anónima que ha rodado casi en su totalidad el británico Michael Radford en Andalucía, pero que el director no firmará tras una larga batalla legal que perdió y que dio vía libre a su estreno, que será como filme anónimo.

Las dos españas han vuelto a aparecer cuando la palabra censura ha sobrevolado la presentación del film esta mañana en el Festival de Málaga. Al culebrón del conflicto judicial con Radford hay que añadirle el que la productora, Gheko Films, propiedad de Alejandra Frade, tuvo con el ICAA cuando lo dirigía Ignasi Guardans durante el gobierno de Zapatero. El Ministerio de Cultura puso una demanda por considerar  el contenido de la película “lesivo”, lo que muchos achacan a unos supuestos “tintes fascistas” del filme por situar la trama en el bando nacional durante una de las últimas batallas de la guerra civil española, la de Valsequillo (Córdoba) en enero del 39. Según Frade, la película estuvo “bloqueada” dos años hasta que una sentencia falló a favor de la productora y dio vía libre a su estreno. “Que yo sepa”, ha dicho esta mañana la productora en Málaga, “la censura está prohibida en este país”.

Ver tintes fascistas en la historia de ‘La mula’ es tan absurdo como una guerra. La película, según el autor de la novela en la que se basa, Juan Eslava Galán, tambien coguionista del film, “es un canto a la libertad” que cuenta la historia del padre del escritor, un campesino de Andújar “que se cambió de bando”. Para el autor, esta es una historia “de descubrimiento de la dignidad” a través de una sencillez que guarda todas las complejidades que genera una guerra entre hermanos y vecinos.

El escritor ha bromeado con que su padre no era “ni tan alto ni tan guapo” como Mario Casas, protagonista de la película junto a la mula Valentina, quien clava el acento de Jaén en su papel del cabo Juan Castro. El actor ha contado que tuvo ayuda a la hora de construir el acento de su personaje, la de un chapista de Andújar que un buen día se le acercó  para pedirle un autógrafo y al que Mario dijo “quiero hablar como tú”. Miguel, que así se llama el chaval, ha pisado la alfombra roja malagueña en el estreno de ‘La Mula’ acompañando a Mario Casas y a todo el equipo de la película.


‘LA MULA’ SERÁ COMO EL LAZARILLO DE TORMES, ANÓNIMO

La productora, Gheko Films, no ha logrado un acuerdo con el británico Michael Radford por lo que la película se estrenará sin la firma del director

Mario Casas y la mula Valentina

Lo de la autoría anónima de una obra no solo pertenece al universo de la literaura y al siglo de oro. En el cine hay algún ejemplo de película sin firmar, hasta el punto que Hollywood inventó el pseudónimo de Alan Smithee para darle un padre a aquellas películas de las que nadie quería responsabilizarse y que por su orfandad, acababan siendo filmes menores.

La productora de ‘La Mula’, Gheko Films, propiedad de Alejandra Frade, y la distribuidora de la película, Wanda Films, no han querido inventarse ningún nombre con el que sustituir el de Michael Radford, director y coproductor del film, que abandonó su puesto cuatro días antes de su claqueta final. “El director dejó el rodaje para presionar como coproductor y no porque tuviera algún problema artístico”, explican fuentes de la distribuidora. Varios juicios después entre la productora, Radford y hasta el Ministerio de Cultura, y una sentencia a favor de Gheko Films el pasado noviembre, otorgó vía libre al estreno de la película y ha obligado a Radford a tener que saldar su deuda como coproductor. Justo en ese momento él decidió no firmar la película que había filmado en localizaciones de Montoro (Córdoba), entre otros lugares.

‘La Mula’ está basada en una novela del escritor andaluz Juan Eslava Galán, ganadora del premio Planeta en el 87, quien se inspiró a su vez en una historia de su propio padre durante la guerra civil. La productora...