blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

ALMUDENA VILLEGAS- “Somos una de las provincias con más futuro gastronómico”

                                             
Fotos: Marta Frías

Sus papilas gustativas saben más del sabor de esta tierra que las de un romano, un árabe, un judío y un cristiano juntos. Por sus investigaciones gastronómicas y por sus manuales de cultura culinaria ha sido Premio Nacional de Gastronomía en dos ocasiones, aunque también sabe lo que es obtener reconocimiento internacional, como el Prix Litteraire Gastronomique que le fue concedido por la Academia Internacional de Gastronomía. Almudena Villegas se define como una romántica y una  sentimental a la que la cocina la conecta con su infancia y con sus abuelos. Un pasado que la ha convertido en una bon vivant con buen olfato para traducir el placer en conocimiento. “Si alguien da con algo valioso tiene que trasplantarlo al lugar donde florezca”, revela. Un conocimiento que ella no solo trasplanta en los libros sino en la empresa de consultoría gastronómica que ha creado y preside, Garum Gourmet Group.
Comer con ella es una fiesta. Y eso hicimos en La Fuensanta, en casa de su amigo Kisko, en el restaurante El Choco, único en Córdoba con estrella Michelín y dos soles de la Guía Repsol. Comimos y charlamos sobre su nueva obra ‘Córdoba gastronómica: cocina, cultura, territorio’ (Almuzara, 2012), una lujosa edición que sitúa a nuestros productos en la categoría estética de las excelentes fotografías que los representan en sus páginas. Advertimos que leer la entrevista abrirá el apetito.
**¿Qué  has desayunado hoy?
(Risas). He desayunado huevos revueltos con semillas de lino y sésamo, un té de jengibre, que hago yo, un zumo de naranja con levadura de cerveza y cuatro almendras naturales, con piel pero sin cáscara. Me gusta desayunar fuerte y cosas que me gusten, me den fuerzas y me sienten bien.

CHUP CHUP




¿Es más fácil sobrevivir al éxito o al fracaso? me preguntaba en esa sala de la Filmoteca llamada Espacio 3 en la que parece que estás en el Reina Sofía (el museo). Allí me inyecté de nostalgia en un bucle de videoclips indies del sello español Subterfuge. La exposición, sí de videoclips, se llama ‘Imágenes para la música’ y repasa, hasta finales de febrero, una pequeña parte, independiente y española, de ese formato que unió a la música y al cine y que triunfó, languideció y vuelve a resucitar gracias a  las redes sociales. Un influyente género maltratado por unos consumidores que comenzaron grabando un video tras otro en una reciclada cinta de VHS y que ahora disparan al mundo desde su muro de Facebook, mientras otros siguen considerando estos momentos musicales como superfluos.
Escuchando y viendo a Alaska, Sexy Sadie, Arizona Baby, Najwajean o Dover en una pantalla grande de esta esquina de la Judería, pienso en los subterfugios de dicha discográfica resistiendo a las multinacionales, a Internet y a todas las crisis habidas y por haber. Cocinando la canción del título, de Australian Blonde, enriquecieron el guiso gracias a que sonó en la banda sonora de ‘Historias del Kronen’ y después llegó Dover. Pecaron de algún exceso entonces, en pleno pico del pelotazo, pero acabaron manejando el peligroso éxito para seguir de pie llenándolo todo de “horror-pop vacui”.
Luchar contra el horror al vacío con música, cine, teatro, libros y arte es una de las respuestas. Para muchos el único salvavidas. Me acuerdo de Warhol, Scorsese, Gus Van Sant, Jonathan Demme o Wenders, quienes también realizaron videoclips que algún día también me gustaría ver en la filmo. Ese género que al final no mató a la estrella de la radio (nada ni nadie ha conseguido matarla) y que una tarde de lluvia me ha vuelto optimista sobre los beneficios de gestionar del fracaso. ‘”Why I’m feeling better (¿Por qué me siento mejor?) cantaban los Australian Blonde al marcharme.

ANTONIO ZURERA: “Prefiero que los premios de animación estén repartidos”




El realizador cordobés es finalista por quinta vez al Goya a la mejor película de animación por ‘El corazón del roble’, ya en cines y participada por Canal Sur


Si existe un gurú de la animación en Andalucía su nombre es Antonio Zurera(Aguilar de la Frontera, Córdoba, 1957). Y no solo porque cada una de las cinco películas de animación que ha realizado este dibujante y animador hayan sido finalistas al Goya –lo ganó por la primera, ‘Dragon Hill’, en 2003- sino porque puso la primera pica de la animación en Andalucía con el festival ‘Animacor’.
Celebrado en Córdoba cada año entre 2005 y 2011, este festival animado logró reunir a lo más granado del sector nacional e internacional tanto en secciones competitivas como en encuentros profesionales. ‘Animacor’ también bajó a las butacas y consiguió enrolar a pequeños y jóvenes dibujantes a través de talleres y entretenimiento digital, despertando vocaciones ocultas. Pero el festival languideció por inanición debido a las circunstancias de la vida real-no animada, así que Antonio, que comenzó trabajando para series de Hanna Barbera y para el Don Quijote de la Mancha de TVE, ya solo se vuelca en su productora madrileña, Milímetros, creada en los años 80 junto a Ángel Izquierdo.

Con su última creación, ‘El corazón del roble’, la primera película que ruedan íntegramente en 3D y que se estrenó el viernes en cines, es candidato al Goya por quinta vez y se las verá con ‘O apóstolo’, ‘The wish fish’ y la favorita, ‘Las aventuras de Tadeo Jones’. Pero a él ya no le importan ni el glamour ni los premios. La experiencia le ha enseñado a situar los reconocimientos en un apartado profesional y no personal, ya que sabe muy bien lo que se siente desde la butaca cuando abren el sobre y dicen tu nombre y también cuando nada de eso ocurre.


Con tu trayectoria, ¿hubiera sido una sorpresa no ser finalista al Goya?
Un poco sí porque siempre que hago una película le pongo mucha pasión aunque la realice con poco dinero. Yo he escrito los guiones de las cinco películas que he hecho porque pienso que hay un defecto en España en general, de no tomar demasiado en serio al público infantil. Parece que se le puede escribir cualquier cosa y no es así. Siempre que he escrito para niños me los he tomado muy en serio. Y aunque no sea un realizador maravilloso, todas mis películas han sido premiadas y reconocidas y creo que es porque hay una buena historia que las sostiene.

¿Qué tal la aventura del 3D?
La primera película que hicimos, ‘Dragon Hill’, tenía una primera secuencia en 3D, con un fondo que se movía, y aquello fue un reto. Siempre hemos estado muy al día con las tecnologías pero con la edad que tenemos soy un enamorado del 2D porque nací con él. No niego las ventajas del 3D pero soy un creador que cree que el 2D está más cerca de la sensibilidad de su generación. Aunque al público al que me dirijo ahora es de 3D y esto es un sector al que me debo.

¿Temes a Tadeo Jones?
No tengo temor pero sí respeto hacia esa y...

OSIO



Reiniciar. En cordobés, volver a comenzar con la política de los grandes acontecimientos culturales en la ciudad. Los hubo en el pasado, dedicados a Julio Romero de Torres, Mateo Inurria o el arte contemporáneo en los patios, y resetear todo aquello aquí y ahora se traduce en una magna exposición sobre el obispo Osio en el interior de la Mezquita. Toda una declaración de intenciones sobre qué rumbo tomará nuestra identidad cultural y por dónde viene el viento que sopla de forma preeminente. Ahora bien, usar para justificar dicha muestra la reactivación de la Fundación Córdoba Ciudad Cultural y tomar el nombre del documento Córdoba Reinicia en vano resulta una carambola tan absurda como ridícula.

No se sabe a ciencia cierta si Osio nació en Córdoba y si murió siendo un hereje en brazos del arrianismo. El personaje, un obispo en la corte de Constantino, y su época, la romana durante la conformación del cristianismo, bien merecen congresos y exposiciones, pero viendo la obsesión de nuestro obispo de ahora por conseguir la santidad occidental de su predecesor romano, intuimos que el congreso internacional ‘El siglo de Osio en Córdoba’, que se celebrará a finales de octubre, acabará limpiando de polvo y paja su figura. Y ya de paso, la exposición que lo acompañará colocará un santo bajo cada arco de la Mezquita tal y como sueña el Cabildo desde hace siglos, digan lo que digan los técnicos que se encarguen de esta muestra. Si no lo creen, pregunten a quienes se encargaron del espectáculo ‘El alma de Córdoba’, del que cada noche tenemos el resultado.
Dicho todo esto, aun quedan preguntas. ¿Permitirá Demetrio que, tal y como desea el alcalde, lleguen después otras tantas exposiciones sobre judíos y musulmanes? De ser así, ¿consentirá que se realicen en la Mezquita, lugar donde, por ejemplo, nunca pudo tocar el violinista Yehudi Menuhin por judío? Reiniciemos pues.