blog - artículos, entrevistas, reportajes y crónica de marta jiménez

MEDIA DE CALAMARO




























Calamaro no es una persona cualquiera. Y tiene noches y noches. La de Córdoba empezó con una broma. A las 23 horas, media hora antes de su concierto, el comandante del rock hispano subía a su Twitter una imagen en la que se veían solo sus botas paramilitares posando ante el espejo del camerino de La Axerquía. Firmaba como AAA, las siglas de la Alianza Anticomunista Argentina que asesinó a cientos de guerrilleros y políticos de izquierdas en los 70, mientras se dedicaba a amenazar a artistas e intelectuales.
Intuyo que el humor negro viene por su reciente abdicación de la izquierda, a raíz de que ésta defendiese la prohibición de la tauromaquia en Cataluña. O tal vez, de haberse presentado voluntario para defender a Teddy Bautista y comparar la intervención policial en la Sociedad General de Autores y Editores con el 23-F. Sea lo que sea, tanto ruido de fondo desenfoca su directo. Tanta política no deja que sus canciones detengan el tiempo. Al menos, el de su noche cordobesa en “el festival nasional de guitarras” (sic) en el que no cortó ni orejas ni rabo.
Ninguna justicia le hizo tampoco su concierto de hace tres años en el mismo lugar pero en otro festival, Eutopía. Si entonces la calificación fue de notable, la de anteayer se quedó en un aprobadillo y pasando la mano. Calamaro desafinó por peteneras, sonó a tómbola y la energía que desprendía el escenario fue más de plástico que de verdad. Puede que en el fervor de los fans a pie de escenario la cosa se diluyera, pero tomando distancias el padre de Honestidad brutal no estuvo a la altura, por ejemplo, de las canciones de ese disco. De allí sonaron Cuando te conocíPaloma  [addtoany]

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DUELO


























El duelo es un proceso psicosocial que se pone en marcha ante cualquier tipo de pérdida. Los psicólogos suelen dividirlo en tres fases: la primera de shock, la segunda de preocupación y la tercera de resolución. Córdoba vive estos días un duelo colectivo tan unitario como la ilusión pre 28J. Eso sí, con variables emocionales con las que no contábamos pero que intentamos encajar con tanta indignación como dignidad.

Para empezar, a la perplejidad del shock de la fase 1, hay que sumar el sentido de irrealidad que provocó Rosa Aguilar la tarde de marras en el Ministerio de su colega Sinde. Ella fue quien que trajo la negación diez minutos antes de que Manfred abriera la boca y la primera en mostrar su rabia en público al comprobar que no tiene tanto peso en el gobierno de Zapatero como creía. Al shock hay que sumar la falta de política en una decisión también política, a pesar de lo que nos habían contado.

Fase 2. La preocupación va llegando por la pérdida de inocencia que provoca conocer que existen maniobras orquestales en la oscuridad. Y no saber. También por las reacciones desadaptativas de los cainitas que no participaron del proceso y ahora desean destruir a sus anchas. Un ataque a nuestro sistema inmune en un momento de debilidad provocado por pocas bacterias. Menos mal que llegarán los sanos leucocitos autocríticos,...

EL POLVO DEL CAMINO



























La periodista andaluza Eva Díaz Pérez pasó siete años recorriendo los caminos de El Rocío. Escribió su experiencia como testigo desvinculada de la romería en varios reportajes primero, y en un libro después, “El polvo del camino. El libro maldito del Rocío”, que ahora reedita la editorial  cordobesa El Páramo. Su hazaña es contar este fenómeno desde su naturaleza dual: una orgía festiva travestida de religiosidad.

Lo curioso del asunto es que existen muchas visiones oficiales, apasionadas y apologéticas del Rocío y muy pocas sobre todas las caras que ofrece la multitudinaria romería. El periodista Manuel Chaves Nogales hablaba meses antes del estallido de la guerra civil  de una “virgencita un poco selvática (…) con cierta preferencia por las formas de adoración también selváticas y primitivas”. Alfonso Grosso en la novela ‘Con flores a María’, también desató la ira de algunos rocieros al igual que Eva, que recibió amenazas por quienes se sienten criticados por este libro.

RESILIENCIA AZUL


Si uno quiere construir un barco, no debe empezar a hablarle a quien le va a ayudar a hacerlo ni de las herramientas ni de los presupuestos ni de los planos. Lo primero es compartir con ellos tu pasión por el mar. Y eso es justo lo que hizo la ciudad el viernes, contagiar su entusiasmo por navegar en el mar azul de la cultura europea de la mejor de las maneras, siendo ella misma.

Dijo el presidente del comité de selección por la mañana que habían venido a ver y a escuchar. Pero lo que no sabía el austríaco es que Córdoba les tenía reservadas sorpresas para el resto de los sentidos. La vista la recrearon en la Mezquita con las palabras de los responsables de Casa Árabe y de Casa Sefarad, quienes otorgaron la plena dimensión intercultural que posee el edificio; con el oído, se sobrecogieron con un cante de El Pele y se contagiaron de la alegría de los niños en la calle Imágenes y en Lepanto; el tacto fue el de los claveles azules realizados en papel por los voluntarios de la Capitalidad, que si no estuvieran habría que inventarlos; el olfato, el de las delicias de Bodegas Campos recorriendo sus patios con la complicidad de los cocineros y hosteleros cordobeses por el proyecto y, por último, el sabor del pepino como apoyo al campo andaluz. Hoy creo que todas y cada una de las acciones ciudadanas también lo fueron artísticas.

Las elites de la cultura hablaron al jurado de las huellas de la modernidad que  posaron en la Córdoba de los cincuenta Carlos Castilla del Pino o Equipo 57. también, de las huellas que ellos quieren dejar. Si bien, tengo la sensación de que el flamenco que respiraron los examinadores pesará mucho en la nota final. La complejidad, multiculturalidad e identidad que encierra es un gran sello para la candidatura. Fuera del arte es la resiliencia ciudadana la que me ha tocado la fibra. Dice mi amigo Antonio Manuel que ésta nos define por la capacidad que tenemos de sobreponernos a los contratiempos y salir fortalecidos. Por eso, lo que ocurrió el viernes en Córdoba es aún mejor que ser Capital de la Cultura. Brindo por ello.